Gatitos

Siempre en el paseo nos acompañan estos gatitos. Son cariñosos y mi padre se entretiene mucho con ellos.

Nosotros nos ponemos cabeza a la sombra y cuerpo al sol y ellos todo entero al sol. El frío como a los humanos no les gusta y buscan el solecito para que temple sus cuerpos chiquitos.

Este gato es un poco arisco, pero al final se deja acariciar.

Sentado en el banco que normalmente nos sentamos nosotros. Ahí está, con su figura gatuna tomando el sol, todo el banco para él solito.

Son limpios y se acicalan muy a menudo. Se lavan con la lengua una y otra vez las diferentes partes del cuerpo. Incluso el culete lo lamen para quitar la suciedad. Jolines un poco de asquito si da. 

Y si tuviéramos que lavarnos nosotros las axilas, las partes bajas con la lengua?

Supongo que si lo hacemos desde chiquitines estaríamos acostumbrados.

Jugando con su propia sombra. De ahí dicen que nunca estamos solos porque nuestra sombra siempre nos acompaña.

Suben por las piedras sin ningún problema, son muy elásticos, como el chicle.

Tan ricamente sentado en el banco tomando el solecito estaba este gatito.

Mi padre se entretiene mucho con los gatos, juega sí que tiene aun mucho reflejos porque el gato no le araña. A mí sí me ha pillado varias veces y me ha hecho heridita con las uñas. Esta gatita es muy cariñosa, se mete entre tus patas y se restriega una y otra vez. A mi no me gusta porque te deja todo lleno de pelitos. Si vas con falda te hace cosquillas en las piernas y con el rabito.

Mi padre tiene poca conversación, pero con los animales si habla. Habla con los gatos y con los perros y si pasan cabras también. Se ve que dirá que para lo que hay que decir mejor con los animales que ellos sí me escuchan y nos entendemos mejor.

Un buen saludo se dieron aquí hombre y gatita.

Bebiendo agua de una pila de piedra en donde los obreros de la obra cogen el agua para hacer el cemento.

Tanto la gatita como mi padre tenían ganas de jugar.

Que bien se está en la hierba tomando el sol

tiene carita seria, pareciera que estuviera enfada con el mundo.

Preciosos sus ojitos.

Es como un pequeño tigre pero mansita.

Tiene un bulto al lado de las tetillas, debe de ser un quiste. Igual que los humanos los gatos enferman. Ella es muy feliz porque está acostumbrada a estar suelta y arrimarse a quien pasa por la calle, nadie le hace daño afortunadamente.

Va caminando

le persigue su sombra

el gato es feliz.

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Pequeño tigre

manso y cariñoso

huele el aire

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Maúlla el gato

quiere comunicarse

tú sí escuchas

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