martes, 13 de julio de 2021

Comiéndome la breva

Moras de moral riquísimasssssssss.
Este fin de semana he cogido muchas moras del moral del huerto de mi compañero. Están riquísimas dulces y muy jugositas.

Eso sí te pones toda manchada, las manos, la boca, los dientes, allá donde toque una mora quedas señalada de rojo., pero no importa porque luego con agua sale muy bien.




Brevas. Mi compañero cogió alguna breva que nos dejaron probar los pajarillos

Tal cual con las manos manchadas él peló las brevas y me dio a mi. Yo le metí en la boca mitad de la   breva que él se comió con gusto y saboreó. La otra mitad comí yo. Así hicimos con las tres brevas que compartimos dulces, delicadas suaves y muy apetecibles. Abrir una breva igualmente un higo, incita al juego amoroso.  Hay frutas tal como los higos, las brevas, las moras, los plátanos,  fresas,... que son frutas eróticas.

Al coger la breva del árbol echa una leche blanquecina pegajosa
Es increíble como la breva es verde por fuera pero de color morado y blanquecino jugosón por dentro. 
La naturaleza tiene su juego amoroso como lo tenemos nosotros. :-) :-)



Copio y pego de la red De higos a brevas
 ¿Son lo mismo los higos que las brevas? No exactamente. Proceden del mismo árbol, la higuera, pero no todas las higueras dan ambos ‘frutos’. El asunto tiene más complejidad de la que aparenta. Lo que sí sabemos todos es que, tanto los higos como las brevas, tienen un sabor dulce e intenso y que son el colofón perfecto de una comida o, incluso, el toque ideal en la cocina o el ingrediente clave para preparar mermelada.

“De higos a brevas”

El dicho popular hace referencia al periodo de maduración de los higos y las brevas. Hay higueras que dan dos cosechas al año, una de brevas en primavera y otra de higos en otoño. Son las bífedas o reflorecientes. Sin embargo, hay higueras comunes que solo dan higos.

Además de esta diferenciación en las higueras, existe otra más:

  • Higueras dioicas, en que las flores hembras están en un árbol y las flores machos (cabrahígos) en otro, la fecundación puede ser por medios naturales (aire, insectos…) o con la ayuda del hombre (acercando las ramas del árbol macho al hembra).
  • Higueras monoicas que producen flores masculinas y femeninas en el mismo árbol, por lo que no necesitan ayuda para fecundar.

Las brevas son algo más grandes pero menos dulces, su color es morado, la carne puede ir del blanco al rosado intenso. Mientras que los higos son pequeños, muy dulces, de color verde por fuera y por dentro van del blanco al rosado suave. Aunque hemos estado hablando de ‘frutos’, en realidad no lo son. Hablamos de infrutescencias, es decir, receptáculos carnosos que sirven de soporte a las flores. De ellas salen los verdaderos frutos que son lo que, popular y erróneamente, llamamos pepitas.

Propiedades de los higos y las brevas

La principal característica es su enorme aporte energético gracias al alto contenido en azúcares. Tienen vitaminas A y C, minerales como magnesio, potasio, calcio y fósforo. Mejoran notablemente el tránsito intestinal, regulan el estrés, levantan el ánimo, tienen beneficios para el colesterol, son antioxidantes y aumentan las defensas. Si a todas estas propiedades le sumáis lo sabrosos que son, ¿no creéis que hay suficientes razones para comer higos o brevas todos los días mientras dure su temporada?

 



 

5 comentarios:

  1. Esa morita que te has tatuado la boquita ajjaaj. Es cierto Isa que te pibes pérdida pero son bien sabrosas y me gusta todo lo que nos has dejado sobre ellas, así aprendemos más. Un besote y que bien estás ahí en el campo al aire sano . Un besote.

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  2. Una muy buena e interesante entrada que nos deja con ganas de que llegue Agosto para probar los higos, ya que las brevas ya pasaron.
    Sobre las moras, qué sabores, qué recuerdos. Y es que como tener la naturaleza a mano y algún que otro huerto natural, sin pesticidas, no hay nada.
    Un abrazo, Isa.

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  3. Me he acordado de pequeño en el pueblo.
    En casa de mi tía había una higuera gigante... qué buenos tiempos.

    Besos.

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  4. Brevas y moras, de zarza o de morera, siempre las he comido directamente, ahora no las tengo a mano y compradas pierden gracia. Buen provecho!

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  5. Al verte untada como decimos por aquí, hasta el apellido del rojo mora, me hiciste acordar, cuando de pequeño me aventuraba por el cerro de la Cantera, al poniente del municipio, que por estos años de infancia, no es el cerro de hoy diezmado y hecho un peladero. El cerro tenía especies animales y vegetales endémicas. Se destacaban las moras, guayabas, mangos, y una que otra frutilla que se me hace anónima. Era una delicia colorearse y llenarse de ellas, atravesando el cerro, no por el camino principal, sino por lo más boscoso.Hoy es un calvero, y un dolor de verlo hecho un erial. Un abrazo. Carlos

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