Subimos andando por piedras y callejas hasta los Poyales 17/04/2021

Nos dimos una gran caminata desde el pueblo hasta los Poyales y sin pensarlo.

En principio yo dije que al ser cuesta arriba me iba a costar mucho. Pero me sorprendí y se sorprendieron. Mi corazón está mejor que nunca.

Espectacular. Una caminata muy sudada porque eliminé montones de toxinas, pero estuvimos muy a gustito a pesar de que tuve que hacer varios descansos para tomar aire..

Íbamos con nuestros amigos, otros amigos no quisieron porque tenían que ir a misa, nosotros somos buenitos y no vamos nunca porque todo lo tenemos perdonado: no hacemos daño a nadie y si podemos hacer bien lo hacemos, ellos también pero son muy miseros, de misa, que puede dar lugar a otra cosa que ellos no son. Hay que respetar a todas las personas y más cuando son amigos, pero bueno a todas las personas en general.

Estas fotos de arriba están hechas con el teléfono móvil y en modo panorámicas. Me gustan, están bonitas 

Ya hay algunas brevas pero aun están pequeñas y no han madurado, se ve que este años será buen año de brevas. Se aprecia que el granizo también las dio una paliza.

Los almendros están preciosos, se ve que por aquí hubo menos granizo.

Puerta de madera antigua de un huerto.

Paleta de verdes, hay diferentes tonos de verdor.

A la sombra de árbol el banco solitario de madera.

Caballo a la sombra del árbol, se ve qeu no le importábamos porque ni nos saludó

Pajares  antiguos a lo largo del camino

Tomando el sol porque aunque parezca mentira han bajado mucho las temperaturas sobre todo por la mañana y al atardecer.

Otro gatito salió a darnos las buenas tardes

Tomillo florido.

Parecíamos cabras subiendo piedras

Ya llegamos a la cima donde queríamos llegar.

Dos mosquitos grandes procreando. Si es que la primavera altera hasta los mosquitos :-)

Todo un espectáculo para los  sentidos.

Como fue algo que no habíamos hablado ni preparado no nos echamos merienda para habernos sentado a contemplar esta maravilla. A parte estaban los toros que tienen un comienzo y un final, y mi padre se quedó tranquilitamente viendo en la tele.

Mi pueblo entre montañas. 

Guardando distancias y en el campo sin mascarilla, imposible de llevar subiendo cuestas. Al aire libre y  los cuatro solos no era necesario.

Bajando de nuevo para el pueblo.

Bajamos para cada uno irse a sus que haceres, el mío era ducharme porque iba empapada como un pollo. Se ve que fui la única que hizo un gran esfuerzo en subir porque ninguno de ellos sudaba. 

Por cierto el sábado tenía que ir Antonio a ponerse la vacuna, estábamos en el pueblo y no pudo ir. Yo tendría que ir mañana pero tampoco puedo porque me tienen que hacer el día de antes el control de la coagulación. Lo hemos retrasado, ahora a ver cuando nos vuelven a llamar y si es fin de semana volveremos a retrasar porque no podemos venir 120 kilómetros  y volver de nuevo al pueblo a cuidar de mi padre. Con lo fácil que hubiera sido poner las vacunas en cada ambulatorio que corresponde. No entiendo porque tenemos que ir al Wanda Metropolitano. En fin que veremos a ver cuando nos la podemos poner. Siempre la vacuna de la gripe me la han puesto en mi ambulatorio correspondiente no entiendo como la Presidenta de Madrid ha hecho esto, no me entra en la cabeza porque los ambulatorio están preparados y no habría el caos que se forman en las colas.