Sembrando patatas

Amaneció con sol pero bajada de temperatura.  Por la mañana muy liada, corte de pelo a mi padre, ducha, preparar comida. Hemos salido de paseo.  Trece horas vuelta a casa. Pongo la comida a mi padre: hice cocido riquísimo. Siesta de mi padre. Llega Antonio que ha estado toda la mañana arando el huerto. Se ducha y comemos. Nos echamos la siesta. Despertamos. Levanto a mi padre. Merienda. Salimos de paseo, volvemos para que vea los toros. Yyyyy libre. Libre para ir al huerto y respirar sin mascarilla. Libre para escuchar a los pájaros. Libre para ver volar abejas... y a doblar el lomo. Puse coyuntura de patata partida por Antonio, coyuntura son los brotes que salen de la patata. Si tiene seis coyunturas mejor que dos. De cada brote que se siembra puede salir hasta un kilo de patatas. Pues yo he puesto encima de la tierra el trozo de patata. Ocho surcos he plantado. Antonio las ha ido metiendo bajo tierra, es lo que se dice pinchar la patata.  He llenado garrafas de agua para el verano.  Agua de lluvia que se recoge a través de un canalón y dos bidones con conexión a otros dos bidones de mil litros. Se van llenando por la teoría puesta esn práctica de los vasos comunicantes. Mientras Antonio ha estado mullendo los ajos (quitando hierba)

De pronto un viento frío perturbó mi tarde y el frío hizo que volviéramos a casa. Fui libre dos horas que saboree ricamente. Tuve por la tarde un gran orgasmo emocional y respiré sin mascarilla..