Jugando con los alimentos

 

Estos postres ya los subí en algún momento, pero mirando fotos, me he encontrado con ellos y hay que volver hacerlos.

Son días fríos y hay que calentar los cuerpos y sobre todo la mente. Porque el sexo femenino, como el masculino funcionan con caricias y la mente. 

Cuando nos ponemos manos a la obra hay que dejar de pensar en las lentejas del próximo día, si hemos echado la cantidad suficiente, o nos falta algún ingrediente. No, no hay que pensar nada más en lo que estamos haciendo en ese momento. Hay muchas formas de jugar para sentir placer. Preparamos un plato llamativo que  nos agrade. Jugamos antes de comerlo. Le damos uno de esos besos dulces. Jugueteamos con la nata etc... 

Igualmente si hacemos unos pechos dulces con unas fresas jugosos. Que si lames la guinda rosada, que si le das con tu propia boca unas cerezas. No importa si terminamos dulces por todo el cuerpo, de eso se trata, de comernos todo lo del plato y compartirlo con la otra persona. Es un juego amoroso.

Si eres picantona o picantón  puedes sacar mucha partida cuando juguéis en la cama.

Si se manchan las sábanas no importa, lo que importa es pasarlo bien y disfrutar ambos de ese encuentro amoroso y sensual comiendo dulces.

Se pueden hacer de varias tonalidades. Pechos claros, pechos oscuros, a gusto del consumidor y como cada cual guste, supongo que conocen a la persona con quien están en esos momentos, pues la improvisación les va a salir fenomenal.

Se puede hacer con los ojos tapados y amarrados con suavidad a los barrotes de la cama. Es un juego muy sensual. La nata, la miel, la confitura de frambuesa, hay montones de sabores que extendidos por el cuerpo nos pueden dar mucho juego amoroso. Para esto tienes que confiar de pleno en la otra persona. 

Y si alguno de los dos dice basta, se deja el juego y luego se continua después de haber hablado. Con los ojos cerrado las sensaciones se viven diferentes, y si encima estás amarrad@ de las muñecas con unos pañuelos  de seda  es divertidísimo. Se deberán  intercambiar los juegos, una veces  será él, otras ella. Si con dos chicos o dos chicas pues lo mismo.  La cuestión es divertirse y disfrutar ambos.

Los labios son magníficos para jugar. Los pechos, las manos, los pies, las nalgas, El lóbulo de las orejas, todo el cuerpo es sí es erotismo puro si nos relajamos y nos dejamos llevar. 

Un primer plato para comenzar el romance y el juego sensual.

En el juego amoroso hay que cambiar, si comemos todos los días paellas terminamos aborreciendo la paella. Pues con la pareja es lo mismo, si no jugamos, si no improvisamos, si no damos no podemos recibir.