Luz llamativa
cautiva a la mariposa
posada en el piloto rojo del coche.
Libre para volar,
sin ataduras religiosas.
Sin ataduras de sectas que transforman las mentes.
Sin que el desapego a la familia sea impuesto.
Libertad para elegir que hacer con nuestras vidas.
Libre, libre como el viento.
Libre como el agua cuando se derrama de las nubes,
o cuando caudalosa corre entre las piedras hasta fundirse en un abrazo con el río o la mar.
Libre como un suspiro.
Libres e inquietas como las libélulas.
El ser humano necesita ser libre como un pájaro.
Libre para tomar decisiones,
libre para ahuyentar la muerte,
libre para no pecar,
libre para vivir la vida.
Lo más preciado del ser humano es su libertad.
Sí.
ResponderEliminarBesos.
Que bonita estampa. Abrazos marineros
ResponderEliminarTodos los animales son libres, todos no... los humanos cada vez menos.
ResponderEliminarBesos.
Isa, hermosos y atinados tus versos, amiga.
ResponderEliminarTodos ansiamos esa libertad, pero todos tenemos ataduras...La mente a través de la imaginación nos permite ser libres, creando y recreando la vida, como tú haces, por unos momentos.
Mi felicitación y mi abrazo de lavandas en vuelo.
Estamos de acuerdo, Isa, libre para hacer lo que debe hacer; pero la verdadera libertad se autocorrige ante el libertinaje. La libertad es hacer aquello que uno desea y que no afecta de manera negativa al otro. También esa libertad que vemos en el vuelo de la mariposa o el pájaro tiene sus limitaciones. Todos somos seres limitados y todos tenemos en nuestras manos la opción de elegir entre esto y aquello.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Totalmente de acuerdo.
ResponderEliminarLibertad ante todo
Un placer leerte
Creo que escogiste el insecto más bello, y emblemático de la libertad, para un poema donde las anáforas aperturan a la expresión más poética de un ser emancipado. Un abrazo. carlos
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