lunes, 20 de julio de 2020

Antiguedades...

Seguro que este plato supo mucho de lo que se comía en la casa.
Tal vez vio ojos hambrientos y estómagos sin poder saciarse.

No sé los años que tienen los platos, pero más de cien seguro.
Aquí se comieron sopas y patatas viudas. Los más espabilados comían más y el que era más remilgoso, le tocaba poco.

Estas dos tazas y jarra de leche son antiguas de verdad. Seguro que pasaron de una familia a otra. Ahora lucen en la casa de mi padre. Fue de sus padres y seguro que ellos lo heredaron de sus padres.

Estos pucheritos sé que son de mi madre. Los más pequeños eran para calentarnos la leche a mi hermano y a mí. 

Taza del ajuar de mi madre. 

Juego de café del ajuar de mi madre.

Frutero del ajuar de mi madre

Este jarrón no sé si lo compré o es también del ajuar de mi madre.

Puchero donde se hacía antes el cocido a la lumbre. Yo en alguna ocasión también lo he usado para este menester.


Perchero antiguo aun útil.
Tiene más de sesenta años.

6 comentarios:

  1. Me despierta ternura... ay..., si pudieran hablar y contar todo lo que saben.

    Besos.

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  2. ¡Qué jugo tan sabroso le has sacado a esos útiles que sirvieron a tus antepasados! Tan solo verlos me sugieren las historias propias, la estricta rigidez de una vida muchísimo más austera, pero vida a fin de cuentas en todo su valor.
    Un abrazo.

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  3. Preciosas antiguedades que callan, pero son muy elocuentes y nos cuentan en silencio muchas cosas. El trabajo, la constancia y el amor de los antepasados, que nos cuidaron con mucho cariño y poe ello siguen ahí con nosotros. También yo guardo muchos objetos de mis padres y abuelos, Isa. Mirarlos me produce mucha nostalgia y gratitud.
    Mi abrazo y feliz semana, amiga.

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  4. ISA

    Cuantos secretos, tramas, misterios, y recuerdos, estarán escondidos entre todas las presentaciones que entregas, saberlo, conocer sus historias, y rescatar personajes, sería un, " volver a vivir ".

    Un gusto acompañarte.

    Te dejo un saludo.

    LÚCAS

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  5. En ese bello y hermoso puchero artesanal, por aquí se hacía la chicha, o el guarapo. Hoy ya pocos los ve, porque hasta en el campo han desparecido. Qué bello¡ que conserves todo este juego de objetos, tan próximos a la familia, y que al conservarlos nos permiten una nostalgia, en esa mirada de los brasileros y sus saudades. Un abrazo. Carlos

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  6. El juego de café es precioso! Gracias por traer estos recuerdos de momentos compartidos en familia, con nuestros abuelos. Un beso

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