Sigo sin ir a la piscina

Sigo sin ir a la piscina pero ya no estoy constipada. Hace tanto frío que prefiero no ir para evitar volver a constiparme. 

Me dedico a limpiar,  cocinar, leer y hacer bicicleta.

Hoy ya me hice 4 kilómetros y medio. Esta tarde volveré hacerme los mismos kilómetros para recuperar un poco el ejercicio ya que mañana hará quince día que  dejé  de ir  a la piscina. Si al cuerpo le hacemos vago cada vez tiene menos ganas de trabajar y eso no es bueno porque va en nuestro perjuicio.

He perdido todas las fotos que tenía al irse todo el sistema del ordenador.

Menos mal que tenía muchas fotos aun en la cámara y las he descargado de nuevo en el ordenador.

Hay tanta belleza por la vida que tan solo contemplar una imagen te puede cambiar el estado de ánimo.

Estas flores la fotografié en noviembre, en el Jardín Invernadero de la Estación de Atocha, cuando estábamos haciendo tiempo para tomar el AVE para ir a la  boda de mi sobrino a Barcelona. Y ahora al verlas me dije, las voy a subir porque tal vez le alegren la vista a alguna persona. 

Aquí en esta bicicleta pedaleo. Hoy mis latidos subieron a 143. Me asombra porque normalmente nunca pasan de 57 latidos por minuto. 

Subiéndome a la bici me siento más fuerte. Me encantaría mejor subirme en un caballo y cabalgar, pero como ni tengo caballo ni sé cabalgar pues a lo práctico y a lo que tengo a mano. :-)

Voy a cortar con la palabra subirme y cabalgar porque la mente se vuelve sucia y podría decir barbaridades. 

Cada cual que cabalgue como pueda. La mente ya va sabiendo que anda rondando la primavera y con ello el rocío  va humedeciendo los sesos de la cabeza,  el sexo de cada cual ya lo irá poniendo jugoso con esos días primaverales que pronto acontecerán.