miércoles, 9 de octubre de 2019

El otoño y sus quejidos

Pasamos del alboroto  y el desmadre 
del verano, a la tranquilidad y al orden otoñal.
Este año, está todo tan seco que incluso en verano, los árboles estaban tan sediento, que al llegar el otoño y no recibir ninguna lágrima del firmamento, siguen apenados y de brazos caídos. 
Sus hojas se descuelgan como los brazos de un bebe durmiente del cuello de su madre. 
Cada hoja que cae se lamenta de morir sedienta. 
Las raíces de los castaños, almendros, encinas, robles, madroños,... tienen el sofoco aun del verano ya que desde hace varios meses en algunos pueblos no ha caído nada de agua. Sin embargo, en otros aun sufren las inundaciones de días atrás. 
Es increíble el desasosiego que tiene el tiempo  en los cuatro puntos cardenales de España.
Desde el mes de agosto, por la zona de la Sierra de San Vicente, ya se veían los castaños amarillentos y lánguidos. No han lucido el esplendor de tiempos atrás donde  era una sierra fresca y verde.

Se irá adelantando el otoño y sus colores tomaran otros más serios y demacrados por la sequía.
Con el tiempo, si no se pone remedio, se irán perdiendo árboles autóctonos que además de dar frutos y hacer más fuerte la economía de los lugareños; perderán la belleza de sus campos.
Se perderán miles de sombras en donde en pleno estio algunos animales descansan del bochorno veraniego. A su vez, estos animales emigraran a otras tierras y dejaran desiertas donde siempre estuvieron. El cambio medio ambiental no sólo afecta a la fauna vegetal , si no, también al la vida animal. Las abejas y demás insectos que polinizan las plantas se irán extinguiendo y con ello las cosechas y alimentos para personas y animales.
Se irá  desertizando y poco a poco las personas se irán yendo a otros lugares en donde el agua de los ríos y playas  será lo que tenga más valor.
 Llegará un momento que toda criatura animal racional y no racional, ocuparan mediante  riñas y guerras  lugares cercanos al agua porque el agua es vida. Sin agua la vida desaparece.

Señores adinerados y políticos, vayan poniéndose las pilas  y hacer lo imposible para cuidar y proteger el medio ambiente; ya que al final nos irá tocando a todos ir al desastre. De nada les valdrá tener dinero ni ser poderosos, con el tiempo todo se extinguirá y su dinero no podrá comprar nada porque no lo habrá.


6 comentarios:

  1. El colofón oportuno, para los tiempos de una estación, que deja tiempo para meditar a gtodos, pero más a los políticos que son los responsables de administrar y gobernar. En su mente, y de manera primordial, deben tener en cuenta el medio ambiente, pues por tanta contaminación y desequilibrio con talas, quemas, desecamiento de fuentes y emisiones de gases, estamos al borde de una catástrofe ecológica mundial. Un abrazo, desde este aprecio colombiano. Carlos

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  2. Muy acertado post.
    Es como dices.

    Besos y un abrazo.

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  3. Por desgracia todo apunta hacia ahí.
    Y los políticos solo pensando en sus propios beneficios.

    Besos.

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