jueves, 4 de julio de 2019

La vida corre como un corcel desbocado.

Me estoy haciendo una ermitaña por las tardes. Las mañanas las llevo de maravilla. Voy cada mañana a la piscina hacer ejercicio. Cuando salgo, salgo nueva, parece que me han cambiado el corazón y la cabeza me funciona mejor. Van pasando los años con una rapidez de vértigo. Cada día me doy cuenta que el día tiene veinticuatro horas pero que van al galope. Es imposible parar un solo día o añadirle más horas para que de más de sí.
El martes como cada día, ahora en verano, salgo fresquita, no me seco el pelo. Me pongo mis cremas para que no me salgan manchas en la cara, me doy rimen en los ojos y salgo con el pelo peinado. Me hago la raya en la parte izquierda de la cabeza, me pongo las patillas detrás de las orejas, y me pongo el flequillo a un lado con una onda  que me gusta porque da la sensación de que soy más joven. Por cierto, aun solo tengo 59 años cumplidos el mes pasado, soy  jovencisima. A lo que voy, el martes cuando salia toda fresquita con mi mochila a la espalda húmeda por el bañador mojado y la toallas empapada, las chancleta y el gorro envuelto en la toalla;  unos pasos fuera del recinto  había un chico apoyado en un coche. Yo no sé si es que tenía calor y se levantó la pata del pantalón corto, por cierto una tela muy liviana, diría que podría ser un bañador. No sé si lo hizo a posta o surgió sin maldad alguna; de pronto todo su instrumento quedó la aire. La tenía morcillona pero un buen instrumento. Vamos que se le quedaron los huevos y el pene tomando el fresco de la mañana. Yo soy muy discreta y pasé por su lado sin darle mayor importancia y caminando de frente . Me crucé a la otra acera y de vez en cuando miraba para atrás por precaución, no con miedo porque a esas horas hay muchas personas y por allí pasa muy a menudo un coche con dos policías. Cuando iba caminando pensé en las chicas jovencitas que van a la piscina. Al día siguiente cuando salí no estaba el joven. Debió de ser algo fortuito lo que sucedió con su miembro viril. Si hubiera estado y hubiera hecho lo mismo llamo rápido a la policía  para que lo pongan al orden.



7 comentarios:

  1. ¡Jajaja! Qué bien me lo he pasado leyéndote con ese espíritu tan joven que te caracteriza. Me has contagiado ese frescor mañanero de la piscina. Qué buen remedio para estos días de calor. Y lo del muchacho en plena mañana, querría refrescarse, pero teniendo la piscina tan cerca... Yo creo que quería provocarte, pero como pasaste sin darle ninguna importancia seguro que lo dejaste chafado.
    Un beso preciosa y feliz verano.

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    1. GrAciasss
      Un abrazo grande

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    2. Gracias María. No me provocó si era lo que quería.
      De todas formas que pena ser tan infelices y pensar que por enseñar su instrumento iba a alterar mi estado de ánimo.
      Abrazos

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  2. Hay mucho exhibicionista por el mundo... y bueno, si no hay menores aún... pero vaya que sus neuras se las arregle un psiquiatra.

    Besos.

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    1. Gracias Toro. Sí hay menores que van con su padres o madre. También con las abuelas y abuelos. Yo creo que fue algo fortuito ya que no lo he vuelto a ver. O tal vez recibió algún sopapo de algún progenitor. No sé, la cuestión que no lo he vuelto a ver. Sí lo viera sí le diría que si no le da vergüenza enseñar su miserias sin ton ni son :-)
      Abrazosssssssssss

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  3. Freud, le hubiera puesto una categoría dentro de las patologías provocados por la neurosis, y su etiología: la superación de una fase decisiva en la edad infantil, o una carencia afectiva, pero con gran peligro para la mujer. Un abrazo, Isa.

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    1. Pues pobre hombre si ha tenido esa deficiencia afectiva. Espero que se de cuenta y ponga solución antes de hacer daño a ninguna mujer.
      Abrazossssss

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