He estado leyendo escritos que un tiempo atrás hice y voy a subir alguno, posiblemente esté en algún sitio publicado pero son poemas de mi autoría. Deben de tener algunos añitos.
Clama al cielo clemencia
La contaminación lo
está devorando por fuera y por dentro.
Sus hojas el sol
quemó
La tierra está seca
como guijarro roto.
Su corteza con
heridas dejó.
Todo su tronco hubo
de ser vendado.
Pues como la piel humana
comenzaron sus llagas a supurar.
El clima se volvió
loco.
El sol lo atacó con sus feroces rayos.
Como si de espadas
cortantes se tratara.
La gran guerra se
desató.
Miles de árboles
sufren el ataque del hombre.
La ambición humana
destruye lo que la naturaleza a fuerza de años parió.
En su desesperación,
el pobre árbol, pide clemencia.
Pero el mundo sus
oídos con dinero tapó.
No quiere escuchar
los gritos de la desesperación.
Poco a poco,
meteremos en una urna oxidada al oxigeno, al agua,...
Los pajaritos dejaran
de entonar su repertorio de cantos.
Las mariposas
perderán su dulce color.
Las abejas no podrán
polinizar a las flores.
El mundo se
convertirá en un desierto de lamentos.
Esta es la herencia
que estamos labrando para los más pequeños.
Desolación, tristeza,
y la muerte poco a poco de la vegetación.
Pongamos ahora, que
aún queda tiempo, el remedio para no tener que lamentar,
que nuestras llagas
supuren la derrota, de un mundo calcinado por la ambición.
Cuida la naturaleza,
la vida te la regaló para que tú y los demás
la disfrutemos.
Las cosas compartidas no tienen
dueños
EUCALIPTOS
De tus
ramas las hojas,
de ellas la vida.
De las hojas cocidas,
vahos inhalados y olores emanas,
embriagando de fragancia las casas.
Das descanso, descongestionas
a quien se siente asfixiado.
Como un gigante eterno con pies de barro,
a la tierra te
aferras, te nutres de ella,
Por ser un super árbol, eres el juguete del viento y la
lluvia.
Las estrellas y la luna sus secretos al oído te cantan.
Aguantas las nevadas, el frío y los diluvios.
Eres muy útil, no sólo como elemento ornamental,
también proporcionas amplias sombras.
Las cordilleras, jardines y parques son quienes te apoyan.
Eres tan bondadoso que regalas tu madera.
Tus ojos guardarán los secretos,
de una casa de tablas,
tal vez sirvas como pipa…
Te das, y nunca a la tierra reclamas.
Isabel Ramos 24-4-07
Ella era una más llena de color y vida. Era solitaria y parecía extrovertida pero en realidad era muy reservada, aunque con el tiempo fue tomando confianza con las demás flores del universo y se relacionaba bastante bien. Su vida era una vida relajada, le gustaba salir por las mañanas a caminar con otra amiga era una Clavelina. Ella era una Rosa de los Vientos le encantaba la danza, bailaba muy bien y actuó en algunas ocasiones con el grupo de baile donde llevaba muchos años bailando. Cada día notaba que su corazón iba perdiendo fuerzas. Un día como hacía cada seis meses acudió a la consulta de las Amapolas Azules y después de hacerla varias pruebas la directora de Amapola Azul, le dio una mala noticia diciéndole que su savia no iba como debiera y que posiblemente tendrían que intervenirla. A la Rosa De los Vientos la entraron temblores y la habitación se llenó de un perfume dulzón tristón. Le vinieron a la cabeza montones de experiencias de hacía veintiocho años cuando por primera vez fue intervenida y el jardín enmudeció de dolor.
Ella, Rosa de los Vientos habló con la directora Amapola Azul y le dijo que aun no estaba preparada para entrar en el quirófano y que no se podía operar porque tenía muchos problemas que solucionar. Rosa de los Vientos piensa que mientras pueda bailar, pueda caminar, pueda hacer el amor y pueda nadar, nada enturbiará su forma de vivir. Eso sí, ha decidido cuidarse mucho y tomarse la vida con más tranquilidad. Las flores también enferman y se comunican entre ellas y entre ellas se arropan y dan ánimos. Y a todas las flores les dijo que no comentaran nada fuera del jardín para que no llegara a oídos de sus familiares que leían en todos los lugares y les darían una terrible noticia. Rosa de los Vientos lo contaría cuando creyera oportuno.
Muy buena publicación y me ha encantado leerte en tus poemas y reflexiones.
ResponderEliminarTe mando mi cariño y que sigas escribiendo tus poesías. Un besazo.
Que suerte que los hayas conservado y ahora podamos disfrutar todos de ellos, no han perdido frescura y es bonito leerlos. Un abrazo
ResponderEliminarHermoso amiga Isa, la deforestación es terrible y ni que decir el daño que el ser humano hace al planeta, el humano es bondad y maldad.
ResponderEliminarTus escritos están llenos de sensibilidad y cariño y se de esa conexión que tienes por la naturaleza, me gustaron, no los había leído antes, un abrazo con mucho cariño Isa y mis mas sinceras disculpas por ausentarme de tu blog, te extrañaba, un fuerte abrazo , se feliz
Haces bien en publicarlos.
ResponderEliminarEl primero parece que fue premonitorio.
El segundo es conmovedor.
El tercero me ha recordado tiempos bonitos del blog.
Besos.
Todos los poemas son preciosos.
ResponderEliminarUn abrazo para ti.
Muy realista el primero, que va describiendo en cada uno de esos versos los diversos ataques a la naturaleza, en la figura de ese árbol. El segundo, el del eucalipto, muy hermoso y casi un recuerdo de ese remedio natural que existía en todas las casas.
ResponderEliminarMuy bonitos los dos.
Un abrazo.
Espero te encuentres bien.
ResponderEliminarUn abrazo.
Isa, nos dejas un hermoso y sentido homenaje a la naturaleza. Los árboles, las flores y todas las plantas respiran y sienten la indiferencia del ser humano. Ahora en verano que surgen fuegos provocados, toda la naturaleza llora y clama por la solidaridad y entrega que necesita. Me gustaron tus relatos, has puesto la mente y el corazón en ello y se nota. Gracias por traerlos y gracias por tu sensibilidad siempre a flor de piel, amiga.
ResponderEliminarMi abrazo entrañable y admirado.
Isa, desvelan las preocupaciones e intereses por la vida y el mundo natural. Lástima que el de Eucaliptus, no se deja leer bien. Un abrazo. Carlos
ResponderEliminar