Hubo una estrella preciosa que dejó una gran estela, pero no estuve rápida y no pude pillarlo.Se ponían nerviositas las ranas y comenzaron a cantar. Me da la sensación que las estrellas se asustaron por ese canto reivindicativo y no se movieron de su sitio. Las estrellas quedaron inmovilizadas y aterradas
ante ese sonido abrumador
La luna observa y calla, ni tan siquiera un pequeño suspiro, no quería que nadie se diera cuenta que andaba también pendiente de las estrellas.
Mirando las estrellas en la oscuridad del campo.
Tres gamusinos esperando alguna Lágrima de San Lorenzo, pero como no les llorara yo, creo que nadie más lo iba hacer
Otro año entonces.
ResponderEliminarSi uno piensa en la inmensidad del universo se da cuenta de lo poco que somos.
Besos.
Un momento maravilloso, todo poesía, espero tus lagrimas sean de alegría ....
ResponderEliminarDependiendo de la situación geográfica, es más o menos fácil ver esas lágrimas de San Lorenzo o polvo, hielo o roca que atraviesan la atmósfera.Pero desde un sitio tan privilegiado y en mitad del campo, casi seguro que veríais la Via Láctea e infinidad de constelaciones y otras estrellas. Y eso ya es mucho.
ResponderEliminarMomentos mágicos nos dejas en tu entrada.
Abrazos.
UNa mirada al cielo perlado de estrellas. De pequeño lo hacía con otros niños, sobre todo una pecosita que me hacia sentir las pecas como estrellas. Un abrazo. Carlos
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