Todo trabajo al final da su fruto

Cada vez que puedo venir al huerto con mi compañero soy la mujer más feliz del mundo.

De siempre me ha encantado la naturaleza, pero ahora que no se puede ir a otros sitios, para mi es como la mayor fortuna que podamos tener y disfrutar.

En los huertos siempre hay algo que hacer.

Yo tan solo puedo recoger los frutos  y luego cocinarlos. 

No tengo fuerzas para coger un azadón y cavar o voltear la tierra. 

 Tampoco para ir con la máquina cuando se sacan las patatas. 

Sí las recojo y echo en un cubo. Me encanta hacer fotos cuando se desarrollan las verduras y frutas. 

Y siempre que recojo una lechuga, o berenjenas, o cualquier fruto le pido permiso a la tierra y le doy gracias. :-) Seguro que algunas personas piensan que estoy chalada, tal vez, pero creo que así la tierra está más contenta y nos da más alimentos. 

Ya tiene mi compañero estiércol para  nutrir la tierra.

Es increíble si te pones a pensar que lo que la tierra te da, después se lo devuelves descompuesto en estiércol de animal que por otro lado come forraje  del campo.  

Esto es un toma y daca.  La tierra te da y tú luego se lo devuelves descompuesto para que vuelva a dar de nuevo.

El sábado por la tarde mi padre se quedó viendo los toros. A mí no me gustan los toros, pero venditas corridas cuando las hay porque son las que me dejan libre para poder disfrutar junto con mi pareja de la naturaleza. Si no hay corridas de toros en la tele, hay paseo para mi padre. Él tiene que salir cada día por la mañana y tarde. Los paseos que se da junto con otra persona, porque él no puede salir solo ya que ha perdido movilidad y estabilidad. Entre semana así lo hace con las personas que van a cuidar de él. Los fines de semana nos toca a nosotros. 

Mi compañero ha puesto un canalón a la caseta para que recoja el agua de las lluvias y con ello, se llenen esos bidones. 

Estos bidones a su vez, llevan unas gomas que van metidas bajo tierra, irán llenando dos bidones de mil litros cada uno. Esa agua nos vendrá bien para regar los árboles y las plantas de tomateras, berenjenas, pimientos, ... cuando haya nueva siembra.

Tan solo ha tenido este fruto. No me acuerdo ahora como se llama pero es como tomate dulce.

Aissssssssssssss la cabeza, lo tengo en la punta de la lengua pero no sale su nombre. Cuando salga lo pongo.

Se comieron el sol y de ahí que sus granos sean pequeños zafiros dulces.

El granado está un poco destartalado pero aun así se ha portado bien.

Es joven pero tiene fuerza y ahí están sus granadas.

Estos son los dos bidones en  donde entran mil litros de agua en cada uno de ellos.

Semillero de lechuguitas para trasplantar y que se hagan hermosas y jugosas.

Sólo le falta un tubo para que el agua si hace viento no se lo lleve y caiga a los bidones.

Un granado pequeño pero que ha dado unas veinte granadas.

Cosecha de judías de esta semana.

Al principio del verano no dieron a penas judías verdes, se ve, que hacía mucha calor y el calor no las dejó crecer.  . Las sembramos por segunda vez y ahora cada semana vamos cogiendo unos dos kilos de judías verdes.