miércoles, 11 de marzo de 2020

¿Nos salvaremos alguno de los mortales?

Sinceramente esto, se debería de haber hecho antes. Es necesario en cuanto hay un virus que puede poner patas arriba la sanidad y hacer enfermar a muchas personas,  recortar aglomeraciones en lugares y cancelar cosas a las que estamos habituados.
Ojalá me equivoque pero las manifestaciones del día de la mujer y los diferentes eventos traerá nuevos contagiados. Ahora no da la cara porque el virus se está fraguando en las personas que han sido expuestos a él. Yo, ayer casualmente me borré de la piscina. Después de pillarme varios constipados en los meses de inviernos, decidí dejar de ir a la piscina. Me fue muy doloroso dejarla pero he de reconocer que tanto agua cinco veces a la semana no me hacía bien.

Sigo haciendo deporte, pero en mi casa, caminando en el parque. Cuando me levanto a las ocho de la mañana me tomo medio vaso de  agua caliente con un chorro de limón. Me pongo a pedalear durante tres kilómetros. Desayuno, recojo la casa, hago la comida, me ducho y salgo al parque a caminar. Después voy a comprar a la tienda. Más o menos llego a casa sobre las doce de la mañana. lavado de manos. Otra vez de nuevo hago bici otros tres kilómetros.  
Como tranquilamente. Me echo un rato de siesta y vuelvo a salir a caminar al parque. Voy a buscar a Antonio al tren y  volvemos juntos a casa. Al encontrarnos nos lavamos las manos en la calle con el gel de alcohol, nos pasamos un poco del mismo por los labios. Nos damos un piquito. Llegamos a casa, se ducha, hablamos un rato. Él se pone en su ordenador. Yo leo.
Cenamos, vemos tele. Si tenemos ganas nos hacemos arrumacos y a dormir hasta el día siguiente.

Estoy preocupada por lo del coronavirus y por ello pongo todos los medios que están a mi alcance para no infectarme. Salgo de mi casa con la mascarilla. Cuando llego a la calle me la quito. Entro en algún recinto cerrado y me la vuelvo a poner.

El jabón está contentísimo porque ahora es a quien más caricias le hacemos. Antes se le hacía caricias, pero ahora el jabón se ha vuelto el mejor amante de todas las personas. Mi jabón ya me saca una sonrisa cada vez que lo pongo entre mis manos. Se pone contentisimo y comienza a salirle espuma por la boca de tanto placer que le dan mis caricias. Las manos de tanto lavarlas comienzan a estar ásperas. Ya se lamentan y piden más cremas para ser nutridas. 
En fin que todo sea por no contaminarnos y poder seguir yendo los fines de semana al pueblo. 

6 comentarios:

  1. Estoy muy de acuerdo contigo, Isa. No tiene sentido dar vía libre a las manifestaciones del día 8 de marzo y al día siguiente lanzar medidas extremas. Hay que ser responsables y coherentes. Ojalá pronto podamos librarnos de todo esto, que amenaza con cambiarnos la vida.
    Mi felicitación y mi abrazo por tu buen hacer.

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    1. Hola María Jesús, gracias.
      Ojalá pase pronto y nos relajemos todos y todas.
      Abrazos

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  2. Es imparable ya.
    La Merkel dice que el 70% de los alemanes se infectarán.
    En España no han hecho todo lo que deberían haber hecho.
    Ya vamos tarde.

    Besos.

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    1. Hola Torito, gracias.
      Así es, ya es imparable porque ha habido muchos eventos con concentración de cantidades elevadas de personas.
      A ver si tenemos suerte y pasa de largo por nuestras vidas y la de nuestras familias. Y por las vidas de los abuelos y abuelas y las personas como enfermedades crónicas.
      Abrazosssssss

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  3. La contundencia de esta epidemia nos está sobrepasando a todos. No entendimos la gravedad de que los chinos levantaran un gran hospital en una semana. Además de las consecuencias graves de la salud, la recesión económica es también ya un hecho. Ayer hemos diseñado algunas medidas para la acogida de personas en Cáritas, pero no tenemos garantías ningunas y el cierre no es posible plantearselo a quienes no les alcanza para vivir. Ojalá salgamos indemnes de todo esto.
    Un abrazo.

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