En estos tiempos de confinamiento
la libertad es el bien más preciado.
Libertad para pasear.
Libertad para caminar.
Libertad para contemplar desde un parque en la noche las estrellas.
Libertad para una caricia de amor de dos adolescentes.
Libertad para besar sin miedo al contagio.
Libertad para dar la mano al anciano o anciana.
En estos días sin haber sido juzgados,
sin haber cometido delito alguno,
nuestra libertad se ha mermado.
Creo que el que más y el que menos,
ahora sabe la importancia de ser libres.
El árbol sigue creciendo libre,
a la espera de poder darnos sombra.
Los pajarillos hacen sus nidos,
alimentarán a los polluelos y dejaran volar en libertad.
La naturaleza es libre para jugar al escondite con el sol,
para que las nubes se desprendan del agua.
Para que las estrellas en la noche den luz y apacigüen la tristeza,
y la amargura se vuelva alegría y felicidad.
Mientras tanto, la luna observa cabizbaja.
y la amargura se vuelva alegría y felicidad.
Mientras tanto, la luna observa cabizbaja.
Ahora mismo el mundo es una gran cárcel.
ResponderEliminarBesos.
Besos.
ResponderEliminarQué bien lo dices en tu texto, de ese sentimiento que experimentamos en estos días de encierro. Ojalá aprendamos, si logramos llegar a la otra orilla, que la naturaleza no se agrede, ni se le exacerba. No creo que haya sido un virus de laboratorio.Esta molécula, es más el resultado de la agresión en ese impulso competitivo y voraz de explotación del recurso natural por el espíritu de un capitalismo neoliberal, al que solo le interesa el capital, no lo humano. Un abrazo, y mi aprecio, Carlos
ResponderEliminarSiempre nos quedará la libertad de pensamiento, el pasaporte a las ideas para que vayan y vengan a su albedrío.
ResponderEliminarUn abrazo, Isa.
Hola Isa, cómo estás? Qué alegría pasar por aquí después de mucho tiempo, yo diría, falta poquito para que sean tres años. Feliz de haber recuperado mi blog, caso que ya te contaré.
ResponderEliminarNos encontramos en tiempos muy difíciles, quizá nos falte todo, pero nunca la FE en Dios Creador. Estoy segura él nunca nos soltará de su mano.
Hermoso post el que nos compartes. Pronto seremos libres y desde esa libertad, seremos mejores personas; abrazaremos más, amaremos más, seremos más solidarios... y tantas cosas.
Cuidate mucho!
Un abrazo grande desde Perú.
No valoramos lo que tenemos hasta que nos privan de él. Estamos presos en casa, mientras la naturaleza se va recuperando de nuestras manos salvajes y el virus avanza sin parar.
ResponderEliminarYa veremos que pasa. Un beso.