sábado, 16 de junio de 2018

Comienza a caminar despacito

La vida es tan bella como las flores.




  1. Veintiún día encamado en el hospital, hace perder la masa muscular. Y si encima tiene a cuestas ochenta y seis años todo se acentúa más. 

A fuerza de insistir. De esfuerzos tremendos hasta desbordarse el mar de sus ojos, hoy ha caminado con el andador más de 100 pasos.
Al principio decía que no podía. Lloraba. A mi me hacia llorar por dentro, y mi alma se hacia añicos. 
A fuerza de insistir, de maldecir  y sufrir, hoy ha trabajado mucho.
Él no se da cuenta que cada esfuerzo es un triunfo. Cada sufrimiento un avance.
Hoy estoy contenta y veo que sus lágrimas y las mías son como caricias que van calmando su dolor.
Ingresó el día 23 de mayo porque se rompió la cadera. No fue operado hasta el día siete de junio. Le dieron el alta hospitalario el día 13 y hoy ya va caminando con el andador. Aun queda mucho trabajo por hacer. Pero él es fuerte y lo va a conseguir.  Si enviudo con 32 años,  hace 54 años y la vida no le ha tratado muy bien, esto también podrá superarlo.

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