martes, 10 de octubre de 2017

La Bruma...

La bruma no dejaba ver el horizonte. 
El odio, no dejaba ver la realidad.
Las lágrimas de la esperanza, 
aun no eran prisioneras y sus ojos comenzaron a derramar.
El viento levantó la cortina de bruma,
pero el mar furioso arremolinaba sus olas para de pronto chocar.
Un silencio sepulcral, de repente las olas se levantaron como voces dentro del mar, volvieron a chocar y robarle a la orilla la arena,  las conchas, caballitos, y las estrellas  de mar.
Con la  bruma y el desaparecer  de las estrellas  la oscuridad inundó el mar.

Salieron a toda prisa las banderas y la gentes de buena voluntad.
Había que parar las injusticias, la mentira y la desigualdad.
La palabra se puso en danza, también las gentes con voluntad.
Ahí anda la palabra, no se sabe que pasará.
Desde luego una independencia, nada bueno traerá.
Por eso las gentes corren a poner a buen recaudo su dineros, para que el corralito no les pille  y les deje sin nada.
El ser humano es perverso, por salvarse él y sus amigos, porque no quieren pagar lo robado, porque la justicia meterá mano, antes del día 18 quieren la independencia para así irse de rositas aunque el país pongan boca arriba. 
Aunque los bancos y empresas se vayan y quede el país en desamparo.
El egoísmo de unos pocos y el engaño, no han de poder con una España estable que crece poco a poco, con los pueblos unidos, con una Comunidad Europea, que hace aguas pero aun flota.
La palabra aun tiene mucho valor, esperemos que  la bruma no pueda  esconderla, y desunir  a España.
 Con ello a sus ciudadanos, a hermanos, a hermanas, a primos, primas, tios y tias, padres y madres, abuelos y abulas.
Esperemos que la PALABRA y el DIALOGO, tenga más fuerza que la independencia.

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