Preparados, listo ya, desde aquí es la salida, desde el Llanillo.
Las fotos se han colocado según les ha dado la gana. tienen autonomía propia :-)
O yo no las he seleccionado bien a la hora de subir en orden, que será lo más probable.
Como cada año en la Semana cultural no podía faltar la Jornada de Ruedas sin Motor y Las Lavanderas.
Un padre dando agua a su hijo.
Aunque se da agua a todos los que lo piden, no se da abasto porque todos los niños/as están sedientos del esfuerzos. Se hacen tres paradas para reponer fuerzas ya que el recorrido se las trae. Yo voy en el coche haciendo fotos entonces no hago el gran esfuerzos que hacen los ciclistas. Mi aplauso para todos ellos porque realmente es un esfuerzo fuerte y con mucha calor, porque a esas horas Lorenzo aprieta ya bien fuerte.
Es un gran esfuerzo porque El Real de San Vicente está lleno de cuestas. Es un pueblo con montañas, de ahí que no sea llano.
En mi pueblo las calles son como las de Toledo, empinadas a tope.
Las fotos de los niños/as es delito copiarlas a menos que sean de su familia.
Es increíble como los niños intentar ser los primeros. Desde chicos quieren destacar y ser competentes y hacer la competencia.
La mamá con sus pequeñas se lo toman como algo lúdico que en realidad es lo que es.
No voy a contar las historias que desde la furgoneta voy escuchando.
Ellos se pegan tanto que quieren sobre pasarla. Una de las normas es que todos han de ir detrás de la furgoneta para evitar accidentes. A mí me da la sensación que es muy peligroso ir así porque se oyen frenazos y como rapan las ruedas en las bajadas. Algunos se chocan contra el coche. Yo constantemente estoy diciendole Antonio que acelere pero claro, si acelera los que van más pacíficos se quedan muy atrás y lo bonito es ir todos a la par.
El próximo año habrá que leerles a todos los niños la cartilla. Las niñas son mucho más moderadas. Algún niño habría que la lavarle la boca con agua y jabón para que no dijera tantas palabrotas.
Una vez que se llega a los Batan allí están las lavanderas esperando con unos sandwiches, chuches y refrescos para que repongan fuerzas.
La ropa se ponía al sol para que blanqueara.
Antes no había dinero para comprar los productos que se compran ahora y que dejan la ropa tan suave y blanquita.
Llegando más lavanderas.
Con los cestos hasta las topes de ropas sucias de sus maridos, hijos/as... iban a lavar a los lavaderos municipales. Allí se estaban todo el día hasta que la ropa estaba seca y volvía a sus casa con los cesto con ropa limpia.
Realmente trabajaban duro cargadas con los cestos. Estaban todo el día fuera de casa hasta que se podían llevar sus ropas.
Es bueno recordar todas estas cosas porque así valoramos más lo que tenemos.
Aunque si se sigue a este paso, tendremos que salir de nuevo a lavar las ropas a los pilones. La luz es costosa y muchas personas no tienen para pagar el agua ni la luz, ni poder comprar maquinaria para lavar las ropas.
Ahora recordarlo es casi un juego, pero a buen seguro que lo pasaban mal las familias que tuvieron que lavar sus ropas en los pilones y romper hielos para poder lavar.
Familia de la niña de la derecha, sé su nombre pero no lo pongo para evitar sea identificada.
Además de estas fotos que sé que os bajareis, Antonio enviará más fotos de la semana cultural a Miguel.
Una señora octogenaria con su sobrina.
Ascen para que tengas un recuerdo bonito de tu tía.
Así quedó el pilón después de haber lavado las ropas.
El jabón casero deja el agua blanquecina.
Tengo permiso de sus padres y en su lugar abuelos.
Las fotos de los niños/as no se puede bajar porque es un delito amparado por la ley del menor.
Desde bien chiquitina, prácticamente aun era un bebé, ha participado en todas las actividades.
El próximo año no sé si estará porque su familia dejan de venir al pueblo. Dejaron la casita alquilada y seguro irán a otro lugar a veranear. Se hacen mayores y quieren volar a otros lugares. Ya no siguen a los abuelos que era con quien estaban ella y su hermano todos los veranos. Los abuelos irán donde los padres de los niños decidan. Cada etapa en la vida tiene su tiempo. Las primeras fotos que la hice aun iba con pañal y hacía la caminata subida al cuello de su abuelo. Seguiremos en contacto.
Estos hermanos son la primera vez que han venido ha esta actividad.
Tengo permiso de sus abuelos para subir la foto.
Igualmente si no son familia es un delito bajar las fotos de los niños/as.
Una buena narración, el ciclismo siempre me ha inspirado mucho respeto por el esfuerzo individual, y mantener las tradiciones es algo estupendo para que los jóvenes las recuerden. Un abrazo
ResponderEliminarRealmente satisface ver un pueblo como el tuyo, Isa, entregado a una semana cultural desde la tradición de las lavanderas, profesión que ya no tiene cabida, pero que bueno a traerla a cuento en esta semana de la cultura. Y la vinculación de los niños, en esa carrera de bicicletas, reafirma que esta semana es de todos y para todos. Un abrazo. Carlos
ResponderEliminarLos niños se pondrán muy contentos cuando se vean en las fotos y a los mayores les gustará que se conozcan cosas del pasado. Como siempre, me ha encantado la entrada.
ResponderEliminarFeliz fin de semana.
Un abrazo.
Isa, preciosa semana cultural con esas bicis y caras chispeantes...Asi como las lavanderas mayores y chicas, todas entregadas a su tarea, con cara sonriente y buen ánimo...Preciosas fotos, que nos animan el viernes, ya acabando la semana...Mi gratitud y mi abrazo por tu generosidad y tu cercanía siempre entrañable, amiga.
ResponderEliminarM.Jesús