Dando los últimos coletazos el otoño...

...y como desgarros de  piel de otoño

en un sueño profundo, tan  dormidas ...

ya  no despertarán  más en invierno
su cuna serán las húmedas tierras.

 La soledad es inmunda cuando no se elige.
La soledad elegida es una pequeña gloria conseguida.

 Las arrugas que el tiempo va dejando a su paso, son las historias de la vida. Una piel lisa, una hoja lisa, aun no tiene historia. Deja que la historia salga a tu encuentro y quede impregnada como queda impregnado tu olor en mi corazón. Deja que la amargura se marchite, mientras que la razón se dulcifique.

 Quiero despedirme con este dorado en mis hojas. 

Quiero que no te olvides ya que estas hojas dieron cobijo a las pocas cerezas que pude conservar frescas y sanas en mi árbol.

No quiero que llores por mí, ni que me recojas en una  urna de cristal o de porcelana, ni me entierres. Deja que mis hojas se pudran y sirvan de abono a mí propio árbol. No te deshagas de mí ahora que estoy moribunda y mi lozanía se perdió con el tiempo.

Sigue queriéndome a tu lado aunque sea un manojo de hojas secas y arrugadas. Tú fuiste testigo que mi belleza un día de verano cuando mis hojas verde esperanza aun pendían del cerezo al que pertenezco, y en el que tú debajo de mí sombra, leías en las tardes de ese sol infernal que te abrasaba y hacía sudar. Recuerda que yo, algún día volveré a darte sombra y me acordaré de si  trataste bien a mis hojas hoy cansadas y a punto de perecer. Acaríciame aunque no te agrade mi tacto. Aun necesito que me hables y me des cariño mientras me desprendo de la rama y la savia deja de circular por mis venas. Déjame que aun sirva como alfombra en tus días de paseo y visita por el lugar.

 Los olivos ya están preparados para que sus aceitunas nos regalen ese aceite virgen puro de oliva para aderezar nuestras ensaladas y guisos.

Realmente es precioso el color de la aceituna negra, está invitando que ser cogida y a llenar muchos sacos de este preciado fruto que en el molino se convertirá en aceite, el oro líquido más sano y económico.  Cuando un producto hace que nuestra salud sea mejor, no tiene precio. Y hoy día tal como están las medicinas es mejor gastarlo en alimentos sanos y nutritivos, que harán que nuestra salud sea una salud buena.