El viento cabalgó encima de él

 Ya es mi amigo pero aun no lo he montado. Sin silla es difícil montarlo.

Además necesitaría ayuda, él es muy grande, yo soy muy chica. Claro está, no de edad, si de estatura.

El comía pacientemente, y yo fui a importunarlo.

Me dejó que le hiciera retratauras.

Él comía, yo lo seguía. 

Él se paraba, yo lo acosaba. Y así anduvimos un buen rato.

Le miré a los ojos fijamente, y creo que lo hipnoticé. 

Pasaban coches y no se estremecía.

Lo acariciaba en la frente y se dejaba.

Lo arrascaba y sentía gusto, eso sí, mi mano siempre fuera de su boca. 

No fuera que como yo olía tan bien, me confundiera con una rica hierba y me masticara.

Estuve con él como mínimo tres cuartos de hora.

Claro no podía correr, pues estaba amaneado.

Sí, sí ya sé a las personas protectoras de animales esto no les gusta.

Pero el dueño se lo pone para que no pueda ir muy lejos.

Aunque hizo un buen trecho.
Y mientras tanto el viento cabalgaba y mecía sus clines.

 Nos miramos fijamente a los ojos.

Él es más noble que yo.

Él es el más grande que yo.

A él seguro le han pegado alguna vez, a mí de pequeña muchas veces.

Tal vez vayamos a la par en eso de los palos.

Él parece sabio, sabe que no le haré ningún daño.

Él o ella, porque creo que hablo de él y es ella. Creo que es una yegua, pero seguro no lo sé pues no me fijé si tenía tetas 

 Sea lo que sea, es un animal bondadoso porque me regaló muchas fotos.

 Y él o ella seguía comiendo mientras yo le daba al botón para dejar cada momento imortalizado.
Mientras tanto el viento cabalgaba y mecia sus clines

 No le di un beso en los morros porque no dejaba de comer, y a demás, me parece que le olia algo el aliento.

 ¿Rica la hierba ehhhhhhh?

Pero no me respondía, él o ella a lo suyo, a llenar la panza mientras la hierba siga fresca.

Creo que este caballo o esta yegua, no ha ido nunca al dentista, pues sus dientes están amarilletos y tienen sarro.

Y además me da la sensación de  que anda desdentado/a.

Jajajaja, no se reía de mí si no de lo que sabia que iba a contar.
Y mientras tanto, el viento cabalgaba y movia sus clines...