Cruzamos la carretera hacia un parque. Según cruzamos la carretera, al final de ésta aparecía una romería. Supongo que era la fiesta del mismo Santo que en Madrid capital.
Para llegar a la plaza del pueblo tuvimos que seguir a la procesión o romería. No vamos a la romería de nuestro pueblo y nos encontramos con una de otro pueblo. Realmente no lo sé pero creo que estábamos en la Romería de San Isidro, en Chinchón. Nos dimos un paseo hasta que la romería con su santo fue metido en la iglesia.
Nos dirigimos hasta la plaza del pueblo que es un lugar precioso y muy acogedor. Está toda rodeada de restaurantes y tiendas con sus típicos panes y ajos. Pedimos una parrillada de verduras muy rica. Aunque eché en falta algunos espárragos verdes y un poco de berenjena. Supongo que en Chinchón aprovechan las verduras de la huerta. Mientras comíamos veíamos a los burritos pasear a los niñ@s. También un tren que da la vuelta a los lugares más emblemáticos de Chinchón. Por la plaza, pasó la banda municipal tocando, me gustó porque te vas a tu propio pueblo y piensas, mira, somos casi iguales en riqueza cultural y en seguir las tradiciones . La verdad fue muy bonito aunque parezca algo pasado de moda. Nos vamos, o nos van acostumbrando a que lo que más importa es el lujo, dejando a un lado las tradiciones de los pueblos. A nosotros nos gustan las tradiciones y que no se rompa ese encanto que tienen los pueblos españoles. En los pueblos, a las personas, la humildad hace que sean mejores y más sencillas. Me gustó comer viendo pasear el tren y a los burritos, y también viendo y escuchando a la banda del pueblo.
La parrillada de verduras nos la pusieron sin sal porque así le dijimos al camarero. De segundo nos pedimos un chuletón con patatas fritas sin sal. Todo en su punto y muy bien servido. De postre pedimos algo que no tuviera azúcar. Una manzana roja muy hermosa. Bebimos mientras la comida agua. Tomamos un descafeinado y salimos a pasear. Jajajajaja, tal vez el camarero se dijo para sí: que pareja más rara comiendo sin sal y bebiendo agua con esta comida tan rica.
Lo que sí me di cuenta que tiene más cuestas que nuestro pueblo.
La plaza de Chinchón está rodeada de restaurantes. Restaurantes al pie de la plaza, y restaurantes en los balcones de la plaza. Es muy curioso y agradable ver como un pueblo prospera por su riqueza culinaria, por sus ajos y por saber sacar partida de las cosas que pueden gustar a otras personas.
Ya no me enrollo más y voy a subir fotos que hice ayer en Chinchón.
El Ayuntamiento de Chichón en plena plaza
Desde el castillo se ven las Torres de Madrid
Qué bonitas imágenes del pueblo de Chinchón, no lo conocía, gracias por presentárnoslo.
ResponderEliminarY sí que tienes razón que parece que en los pueblos las almas son más humildes y sencillas, y qué tradicionales son las romerías en los pueblos.
Me alegra lo hayais pasado genial, Isa.
Besos enormes y feliz tarde.
Gracias María.
EliminarBesos
Todavía hay gente que hace romerías...
ResponderEliminarEn fin...
No conozco Chinchón... parece muy bonito.
Besos Isa.
Hola Torito. Somos muchos en el mundo y mejor ser diferentes, y que cada cual siga sus costumbres y religiones. La riqueza está en la variedad. Si fuéramos todos iguales, seríamos robot.
EliminarBesos
Un pueblo precioso que recorristeis y disfrutasteis, y que bonitas imágenes que capturaste. Un abrazo
ResponderEliminarGracias Ester. Me alegro que te gusten.
EliminarAbrazos
Cuando conocí Chinchón, me encantó, ahora lo he recrdado con tus fotos. gracias.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
EliminarGracias Tracy.
EliminarSaludos
Preciosas las fotos y la presentación... eres mi fotógrafa favorita desde siempre ..
ResponderEliminarUn abrazo...
Gracias David.
EliminarAbrazos
Isa, me alegro mucho por ese hermoso día que pasasteis en Chinchón. Realmente es importante que cada pueblo conserve sus fiestas y tradiciones, pertenecen a su historia y a su cultura y siempre hay que recordar y honrar nuestras raíces...
ResponderEliminarDebo decirte que, tus fotos son preciosas, nos dan idea de la belleza, sencillez y riqueza histórica y cultural del pueblo. Mi gratitud por ello y mi abrazo siempre por tu generosidad y la belleza que nos dejas en tus posts.
Chinchón tiene un parecido por sus murallas y sus casas más antiguas, al "corralito de piedra", como llaman a la ciudad vieja, en Cartagena. Hermoso lugar. Viviría allí, abierto al sosiego, y al mar. Un abrazo. carlos
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