Varios pétalos rosas vuelan en las ramas como si fueran mariposas.
Mientras tanto los capullos van abriendo sus ojos y desperezándose para recibir la primavera.
Aun no hizo más que comenzar a vivir, y ya sus alas fueron heridas. Tal vez un pájaro la confundió con su alimento. Tal vez una zarza angustiada por el frío invierno, la dio un bocado mientras ella volaba libre. Tal vez algún desalmado intentó darle caza. Le falta un trocin de color en sus alas, más no por ello es menos bella y no dejó de volar.
Vuela, vuela alto, que nadie te rompa tus alas. Que nadie melle tu alegría.
El ciempies tarda más que cualquier otro animal en ponerse los calcetines, también en calzarse.
De ahí que siempre llegue tarde a todas las fiestas. También es el último que entra al colegio. Y el más patoso en bailar. Tiene que poner en orden todas sus patitas y saber con cual dará los primeros pasos. El ciempies gasta mucho dinero en calcetines y también en zapatos.
Ya están todos los bichos en su máximo esplendor.
ResponderEliminarIncluidos los humanos.
Besos.
La primavera y sus insectos, renacen con ella, luego en invierno desaparecen. Unos abrazos
ResponderEliminarJajajaja, qué graciosa eres!
ResponderEliminarQué pena la mariposa, espero que siga volando.
Besos y feliz fin de semana.
...y la naturaleza despierta a la belleza de la primavera.
ResponderEliminarFeliz fin de semana.
Un abrazo.
Isa, una buena forma de comenzar la primavera es enfocar y dar a la naturaleza, como tú has hecho amiga...Es la mejor manera de renovarnos y sentir la belleza y la fuerza que nos transmite...Preciso, amiga.
ResponderEliminarMi felicitación y mi abrazo siempre por tu inspiración y tus bellas fotos.
M.Jesús
Cuánto dan los insectos y sus avatares, para que especules en versos líricos. UN abrazo. Carlos
ResponderEliminary no es cosa menor que 'la primavera la sangre altera'!!!!
ResponderEliminarPero la Naturaleza siempre lo agradece.
besos