Un día no hace muchos años, un barco anclado en el pasado, llevaba más de medio siglo tristón y de mal humor. De pronto veía que le iban cayendo años y que la vida no paraba de seguir su rumbo. La infelicidad le hacía ser un gruñón de maderas arrugadas y carcomidas. La enfermedad es la mejor amiga de la tristeza. De ahí que el barco estuviera tan destartalado y lleno de problemas de salud. Pero un día despertó del letargo angustioso de su vida.
Se llenó de estrellas y corazones, invitó al sol y las nubes en su largo viaje. A su paso por la mar, iba silbando lleno de gozo y alegría, los peces lo acompañaban al vaivén de las olas.
El sol cada día bien radiante también lo seguía con una grata sonrisa.
Las nubes se volvieron de colorines por si era preciso que lloviera, lanzar al mar agua de arco iris.
Se había propuesto hacer feliz a todo aquel que no lo era, y siguiendo un nuevo rumbo, iba dejando atrás las penas y mal humor.
Cuando llegaba a un lugar lúgubre en donde la desgracia lo había dejado todo en tinieblas, él, un barco muy astuto, chascaba sus maderas casi podridas, que por arte de magia, iban rejuveneciendo en el nuevo viaje y lanzaba pétalos de corazones que iban dando al lugar un toque mágico.
El barco tristón cambió el rumbo de su vida y también el de otras vidas que como él comenzaron a vivir la felicidad.
Fue llenando los lugares de corazones, estrellas, rayos de sol y mucha felicidadddddddddddd
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Barco
Buceando en los recuerdos de una vida
Añorando a cada paso sus caricias y sus besos
Rumbo a la nada, llegaste de nuevo al mar de tus silencios
Cargando la maleta de los malos recuerdos, y tirándolos por la borda
Obnubilado, llegaste amor, llegaste de nuevo, la besaste, la acariciaste, te quedaste en las noches oscuras acunando su soledad.
Pero si ya pagamos nuestros pasajes en este mundo
por qué, por qué no nos dejan sentarnos y comer?Queremos mirar las nubes,
queremos tomar el sol y oler la sal,
francamente no se trata de molestar a nadie,
es tan sencillo: somos pasajeros.
Todos vamos pasando y el tiempo con nosotros:
pasa el mar, se despide la rosa,
pasa la tierra por la sombra y por la luz,
y ustedes y nosotros pasamos, pasajeros.
Entonces qué les pasa?
Por qué andan tan furiosos?
A quién andan buscando con revólver?
Nosotros no sabíamos
que todo lo tenían ocupado,
las copas, los asientos,
las camas, los espejos,
el mar, el vino, el cielo.
Ahora resulta
que no tenemos mesa.
No puede ser, pensamos.
No pueden convencernos.
Estaba oscuro cuando llegamos al barco.
Estábamos desnudos.
Todos llegábamos del mismo sitio,
Todos veníamos de mujer y de hombre.
Todos tuvimos hambre y pronto dientes.
A todos nos crecieron las manos y los ojos
para trabajar y desear lo que existe.
Y ahora nos salen con que no podemos,
que no hay sitio en el barco,
no quieren saludarnos,
no quieren jugar con nosotros.
Por qué tantas ventajas para ustedes?
Quién les dio la cuchara cuando no habían nacido?
Aquí no están contentos,
así no andan las cosas.
No me gusta en el viaje
hallar, en los rincones, la tristeza,
los ojos sin amor o la boca con hambre.
No hay ropa para este creciente otoño
y menos, menos para el próximo invierno.
Y sin zapatos cómo vamos a dar la vuelta
al mundo, a tanta piedra en los caminos?
Sin mesa dónde vamos a comer,
dónde nos sentaremos si no tenemos silla?
Si es una broma triste, decídanse, señores,
a terminarla pronto,
a hablar en serio ahora.
Después el mar es duro.
Y llueve sangre.
El barco - Poemas de Pablo Neruda
Isa, muy bella la historia de ese barco, que cambio el rumbo de su vida y optó por la alegría y hacer felices a los demás...Tu acróstico muy conseguido y creativo y por supuesto el poema de Pablo Neruda, profundo y crítico con la sociedad y el poder actual...Mi felicitación y mi abrazo inmenso por tu buen hacer y cercanía, Isa.
ResponderEliminarFeliz semana, que comienza.
M.Jesús
Gracias María Jesús.
EliminarMe alegra que te guste.
Neruda con sus poemas sociales está en primera linea de la batalla.
Saludos y un abrazo grande
Una historia mágica, Isa, nacida como de un sueño infantil, de esa niña que aún te habita de despierta de vez en cuando.
ResponderEliminarBesos
Gracias Francisco.
EliminarMe alegro que te guste. Creo que todos aun guardamos un pedacito de nuestra niñez que aflora cuando más sensibles estamos.
Saludos y besos
Isa que placer tu aporte, una historia que es esperanza, un acróstico que invita a dejar lo malo atrás y continuar y el broche con un poema de mi amado Pablo Neruda! Más no puedo pedir! Muchas gracias por tu excelente compañia!
ResponderEliminarUn beso enorme.
Gracias Sindel. Neruda creo que gusta y sigue gustando a montones de personas.
EliminarMuchos de sus poemas tratan de problemas sociales, desgraciadamente hoy día muy actuales los problemas sociales.
Saludos y un abrazo
Hay magia en la historia del barco que cambia su destino, el acróstico es muy bonito y el poema de Neruda es muy profundo.
ResponderEliminarAbrazos.
Gracias Verónica, me alegro que haya visto magia en ello.
EliminarEl poema de Neruda da la sensación que estuviera escrito para estos tiempos de incertidumbre y carencias de muchas cosas de primera necesidad que están pasando muchas personas.
Saludos y un abrazo
Las almas, como los barcos, se entristecen al punto de dejarse morir si no renuevan la fe. Feliz del barco que encuentra otra vez su rumbo y su puerto, como también el alma que halla de nuevo la forma de creer.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias Neogéminis
EliminarAsí es, feliz quienes encuentran, encontramos el rumbo y la ganas de seguir creciendo.
Saludos y un abrazo
Una bonita historia que nos enseña que podemos alzar el ancla y cambiar nuestro rumbo.
ResponderEliminarMuy bueno tu acróstico y el broche de oro, recordando a un grande como Neruda.
Cariños…..
P.D: mi última entrada, creo que por problemas en la red no pude ser vista por ustedes, como tampoco yo puedo ver sus entradas los estoy siguiendo por la ultima entrada de Sindel.
Gracias Oriana.
EliminarSi se puede entrar en tu blog-
Saludos
Te ha salido un encantador relato, lleno de poesía, alegría y esperanza.
ResponderEliminarFelicidades.
Un abrazo.
Hola Disancor, gracias.
EliminarMe alegro que te guste. Feliz cumpleaños.
Saludos y un abrazo fuerteeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee
Un relato tierno lleno de optimismo y como colofón :el maestro.
ResponderEliminarGracias Tracy. Sí realmente el maestro es el más importante por sus bellos poemas.
EliminarSaludos y un abrazo
Perdón Tracy, que no te gustan los abrazos.
EliminarLa costumbre de enviarlos. Si no lo quieres no pasa nada. Me lo vuelvo a quedar.
Yo también querría un barco así,que fuera pegando el buen rollo por donde pase.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias Carmen, pues seguro que si lo queremos al final lo conseguiremos.
EliminarSaludos y un abrazo
Muy creativo y hermoso relato, y mágico a la vez. Me parece un barco maravilloso!
ResponderEliminarEl poema de Pablo Neruda es divino.
Saludos
Gracias Yessy Kan, me alegro que te guste el barco. Realmente el poema de Neruda es un gran poema.
EliminarSaludos
Hermoso relato que tiene la.magia de una triste realidad guardada entre sus letras.
ResponderEliminarBesos.
Hola Ilesin, gracias. Me alegro que te haya gustado.
EliminarSaludos y un abrazo
Una lección de vida. Asi tomo todo tu escrito, tan abarcativo y ejemplarizante.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Hola Casss, gracias
EliminarMe alegro que te haya gustado
Que decir...de la claridad de tu propuesta en esta palabra, es tan sencillo y a la vez profundo... que ni nos damos cuenta de la belleza con que esta escrito todo esto... y amen , le sumas un Neruda inigualable....
ResponderEliminarMas palabras sobran para decir que me gusta lo que escribes, felicitaciones Isabel
Hola Antonio, gracias. Me alegro que te guste.
EliminarSaludos y un abrazo
Mar y barcos, para un tema con prosa y acróstico poético, donde le das vida y sentimiento a la nao. El poema de Neruda, telúrico y mineral: sal y agua...convite...UN abrazo. Carlos
ResponderEliminarGracias Carlos, me alegro que te guste.
EliminarSaludos y un abrazo
Preciosa historia de un barco; podemos vernos reflejada en ella; vamos navegando por la vida y hay que saber cambiar de barquito cuando se navega en uno triste.
ResponderEliminarMuy bonito también el poema de Neruda.
Tus historias son siempre bellas y optimistas.
Un abrazo.
Hola Fanny, gracias.
EliminarAsí es como tú muy bien dices, hay que cambiar de barquito cuando no nos va bien.
Saludos y un abrazo
Nunca se es lo suficientemente viejo para intentar hacer el bien, para llevar un poco de felicidad allá donde se necesita.
ResponderEliminarEl acróstico es bello y el poema de Neruda, impresionante.
Un abrazo.
Hola Pepe, gracias.
EliminarCierto, nunca se es viejo para hacer felices a los demas.
Saludos y un abrazo
Bonito cuento, ojalá todos hiciésemos como ese barquito, y diésemos la vida por hacer más felices las vidas de otros, pero el egoísmo, el egotismo y la egolatría siempre nos pueden.
ResponderEliminarsaludos
Hola Narci M. Gracias.
EliminarRealmente cuando hacemos bien a otras personas, también de alguna manera nos lo hacemos a nosotros mismos porque nos hace sentir bien.
Saludos