Blanca, negra, negra, blanca,
la cepa fue su cuna.
Por colchón tuvo la tierra,
por abrigo el sol, y a la luna.
Blanca, negra, negra, blanca
es la piel de la uva.
La castaña es un fruto jugoso de otoño.
Se fue formando poco a poco.
Mientras tanto adquirió clases de comportamiento,
que la luna en las noches le fue dando.
Aprendió del viento, del agua, del trinar de los pájaros...
Sintió tu cuerpo acalorado en su tronco,
cuando el sol de agosto te abrasaba.
Fueron pasando los días, las semanas y los meses.
Ya madura la castaña, y aun en las ramas,
comenzó abrirse de madrugada.
Un día inesperado de la rama que colgaba, se soltó,
y con el erizo en la tierra posó.
Pero nadie le podía echar mano,
porque sus espinas se clavaban.
Ya que hubo pasado algunas noches en compañía de la luna,
la castaña ya estaba menos fiera ,y sus púas agachadas.
Con una caricia suave,
la castaña se estremecía
y su belleza enseñaba.
la castaña se estremecía
y su belleza enseñaba.
Piel color caoba,
su interior de carnes prietas blancas
de doncella aun no mancillada.
Primeras castañas de este año
Me las regaló mi amiga Maite.
Lechoso, se columpia de las ramas de la higuera.
Allá por abril, es minúsculo su tamaño,
de color verde explosión.
El agua le da vida, el frío endurece su carácter.
A últimos de agosto comienza su dulzura a demarrase
en gota de azúcar cristalizada.
Duro, de carnes prietas, el higo comienza a está maduro.
Si lo abres veras que por dentro es rosáceo,
de carnes tiernas y jugosas.
Dulce como el arrope, suave como la lira.
Una vez madurado, su piel se va arrugando.
Su esencia se multiplica, convirtiese en higo paso.
¡Qué pena! no haber visto yo la vendimia. Para el próximo año haber si puede ser. Tres productos naturales de nuestra tierra, que son un regalo muy valioso para quien lo cuida. Un abrazo y pronto nos vemos...
ResponderEliminarHola David, bueno hay muchos años para poder verlo, no te preocupes que el próximo año podrás verlo.
EliminarSaludos y un abrazo para tu familia y para ti.
Todos son exquisitos, pero de los frutos que hoy nos presentas, prefiero las uvas y los higos. Los higos tienen la ventaja de que son muy duraderos si se han desecado previamente bien en el pasero, como las uvas. Me recuerda mi infancia y la casa de mi abuela Isabel donde no faltaban pasas e higos.
ResponderEliminarUn beso
Hola Francisco, realmente los higos pasos son riquisimos. Y como tú bien dices duraderos. Seguro que tu abuela te preparaba turrón de pobre que se hacía con un higo abierto y dentro almendras o nueces. Está delicioso el turrón de pobre.
EliminarGracias
Saludos y besos
Has conseguido convertir en exquisita poesía la uva, el higo y la castaña, identidad del otoño. Felicidades.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Disancor, graciassss
EliminarMe alegro que te haya gustado.
Saludos y un abrazo fuerteeee
Muy bonito Isabel, todo lo que has escrito para acompañar las fotografías. Me gusta tanto los higos como las uvas, como las castañas calentitas en invierno.
ResponderEliminarUn abrazo amiga.
Una delicia Isa esas imágenes de frutos otoñales embellecidas por tus poéticas palabras.
ResponderEliminarBesos
Gracias María Pilar, me alegra que te guste,
EliminarSaludos y besos
Tu forma de hablar de los higos ha hecho que se me haga la boca agua, ¡Qué ricos! Un abrazo
ResponderEliminarHola Chelo, gracias. Me alegro que se haya hecho la boca agua porque así pronto los comerás.
EliminarSaludos y un abrazo
Isa, nos dejas una lección muy buena sobre la uva,la castalla y el higo, que todos en nuestra infancia hemos tenido cerca...Ahora, las uvas también las tengo en la parra del pueblo y en la viña. También tenemos una higuera y disfrutamos de los higo, pero las castañas hay que comprarlas...sonrío.
ResponderEliminarMi felicitación por tu amor a la tierra y a sus frutos, que se escapa por la pantalla.
Mi abrazo grande y mi cariño.
M.Jesús
El otoño, te ha puesto a mostrar sus bondades veetales. Un abrazo. carlos
ResponderEliminarHola Carlos, graciassssssss
EliminarEl otoño tiene sus cositas y no es tan feo como lo pintan o pintamos.
Saludos y un abrazo