¡Agua, cuéntame al oído tu sentir!
Cantamé su nombre, más,quién te filtró
Dime qué montaña, qué valle te amó
¡Quién te acunó hasta llegar a mi latir!
El otro día vi cuatro pececillos navegando en estas aguas.
Juguetearon con mis manos, mis dedos los perseguían.
Ellos muy cucos, entre el musgo y las babas se escondían.
El más grande se pasó a la otra pileta pensando que ahí yo no lo tocaría, pero como era algo inusual ver en estas aguas pececitos navegar, estuve un buen rato jugando con ellos a las escondidas, Eso sí, sin alterarlos mucho. Los cogí en mi mano, floja, dentro del mismo agua. Su piel es escurridiza, y tiene unas espinar en el lomo que pinchan. Me despedí de ellos hasta el sábado, espero que sigan ahí y que nadie los haya hecho daño.
No se crean que es un cuento, que es realidad
Qué bonito sería que hubiera peces en las fuentes y que estuvieran para ser admirados y respetados. Me has sorprendido con las fotos nuevamente...Peces en los pilones de Los...
ResponderEliminarUn abrazo,
Hola David, gracias.
EliminarSi vienes este fin de semana al Real, nos acercamos a verlos a ver si hay suerte y aun siguen ahí.
Saludos y abrazos para tu familia y para ti
Hermosas palabras. La verdad que la fuente y sus caños echando agua es pura poesía.
ResponderEliminarFeliz fin de aemana.
Un abrazo.
Hola Disancor, graciassssssssss
EliminarY el agua cae con melodía. Es precioso sentarse al lado y sentir sus notas al chocar con le otro agua estancada de las pilas.
Saludos y un abrazo grande
¿Son tuyos esos versos iniciales? Es una entrada entrañable y preciosa, Isa, tierna como toda tú.
ResponderEliminarUn beso
Hola Francisco, gracias.
EliminarSí, los versos iniciales son míos, al igual que los otros, los hice ayer.
Saludos y besos
Agua y poesía. Las fotos de esas piletas adosadas a la pared con llaves públicas, me hacen acordar de Barichara, en mi niñez. A estas piletas íbamos a traer agua, cuando el acueducto cerraba sus llaves. Un abrazo. Carlos
ResponderEliminarHola Carlos, pues me alegro que estas piletas te hayan llevado a tu niñez que a buen seguro fue una niñez muy felid.
EliminarGraciasssssssssss
Saludos y un abrazo
Isa, tu encuentro con esos pececillos es un entrañable poema,amiga...
ResponderEliminarEres una niña grande, que sabes tenernos atentos y admirados.
Mi felicitación por tus fotos y tus letras, que son preciosas.
Mi abrazo inmenso y mi cariño.
M.Jesús
Ajeno a la poesía del texto, que sin lugar a dudas la tiene, te diré que por las fotografías me parece que son percas sol, Lepomis gibossus, alguien, supongo que algún acuariófilo desesperado no tuvo mejor sitio para deshacerse de ellas. Se la considera una especie invasora. Como ves la poesía no puede por menos, reñir con la realidad. Un saludo Pedro.
ResponderEliminarHola Pedro, gracias por tu paso por aquí.
ResponderEliminarUna pena que estos peces estuvieran aquí y ahora no estén, aunque claro mejor es un hábitat así no peligra su vida,
Saludos y saludos :-)