... apenas habían pasado quince días y la viuda ya encontró una grata compañía.
Su difunto marido salió rabioso de la tumba. Cada noche se sentaba al otro lado de la cama para ver como su mujer hacía el amor con el mecánico de la empresa que en su día regentó.
A él no le importaba que ella fuera feliz, si le fastidiaba, que lo fuera con el mecánico que arreglo su auto y por el que tuvo ese accidente que le dejó en tinieblas de por vida. Y encima el mecánico se acostaba con su mujer. Y además su mujer le hacía las cosas que nunca quiso hacerle a él. Cuando los dos le daban la espalda mientras el colchón de agua se mecía, la rabia le invadía. Cuando ella besaba y succionaba con la cabeza escondida entre las piernas del amante, mientras él veía desde el otro lado de la cama, pensó en quitarse la vida. Pero se dio cuenta que estaba muerto aunque escuchaba los gemidos de su esposa. Incluso en alguna ocasión se interpuso en el medio de los dos, pero ellos no notaron la frialdad de ese cuerpo muerto, estaban demasiado calientes.
El Metro en Movimiento
... Cada tarde se introducía por los vericuetos de esos túneles lúgubres, en donde, sólo las ratas eran las dueñas de ese desierto llamado metro. Un día harto de beber vino barato, se durmió en los raíles del metro.
No volvió a despertar, sus tripas, sus miembros quedaron esparcidos. No pudieron armar su cuerpo, pues el dedo meñique salió despedido y quedó escondido entre los cables de la catenaria. Meses después cayó carbonizado a las vías, las ratas daban buena cuenta de tan suculento asado.
Su Hogar Era la Calle
Hacía
diez años que le conocía de pasar cada día por el lugar. Se sentaba en la acera
bajo una cornisa. Ni la lluvia, ni el frío ni el calor lo asustaban. Allí cada
día perenne a la misma hora.
Un
trozo de cartón tirado en el suelo recogía las monedas que le iban tirando como
quien tira a un perro un hueso. Aseado, limpias sus ropas. Era un anciano de la
calle. Pero los recortes económicos también llegaron a él. Ahora se pone
sucio y descalzo en el mismo lugar. Tiritando. El frió hace que su vejiga sea
libre y corra el pis bajo sus pantalones. La baldosa es la principal testigo
del deterioro de ese cuerpo que ya ni puede controlar el pis que cada día queda
impregnado en el suelo.
Ya hace
más de tres días que no lo he vuelto a ver.
El Cantante.
... Fue famoso y tuvo muchas fan. Hubo un tiempo que manejaba dinero a raudales.
Viste corbata y traje, y cada día espera en la cola para entrar a un comedor social.
Hola guapa, un placer leerte..siempre es un gustazo pasar por tu casa,eres toda una artista..gracias, buen día, besos ilimitados..
ResponderEliminarGracias Don Vito, me alegro que mi casa sea acogedora y te guste.
EliminarGracias.
Iguamente te deseo que tengas una buena tarde porque la mañana ya pasó.
Saludos y un abrazo del color de la amistad.
Los cuatro relatos me han gustado mucho, pero por rodear las penas, me quedo con el mécanico caliente y la viuda cachonda.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias Disancor. Hoy con el tiempo y el frío ando algo melancolica, y me han salido esos relatos cortos tristones.
EliminarMe alegro que te quedes con el más graciaoso dentro de la desgracia, al menos dos personas disfrutan del sexo. Aunque el muerta sufra por ello.
Saludos y un fuerte abrazo
Isa,tus relatos nos llevan a la reflexión,amiga.
ResponderEliminarLa crisis económica a vuelto todo del revés,la materia es caduca e inestable.Es el momento de valorar el espíritu y volver a la humildad.
Mi felicitación por tu buen hacer,coses,cocinas e hilvanas relatos muy reales y cercanos,eres una joyita,amiga.
Mi abrazo inmenso y mi ánimo siempre.
Que seas feliz,puedes serlo,no te falta imaginación,ni tampoco amor,eres muy generosa y seguro que el cielo te recompensa por ello.
M.Jesús
Gracias María Jesús. Sí, por el momento y como solemos decir, gracias a dios soy feliz. Intentaré seguir siéndolo, por mi parte que no quede. Y si algún día no lo fuera, ya inventaré algo para serlo ;-)
EliminarLa verdad que es una pena lo que está sucediendo, y lo peor es que vivimos como una nube. Seguro se irá solucionando y volveremos a ser todos más felices. Eso espero. Tengo la impresión de que vivimos sin poder volar. Como que nos hubieran quebrado un ala y sufriéramos en silencio.
Saludos y un abrazo
Relatos exelentes hay humor y hay penas
ResponderEliminarvariado como la vida
saludos
Gracias Antonio, me alegro que te gusten. Sí así es la vida, o así deberíamos de tomarnosla con humor a pesar de las penas.
EliminarSaludos y un abrazo
Tus relatos nos llenan de reflexión,
ResponderEliminarun placer leerte.
que tengas una buena semana.
un abrazo.
Hola Ricardo, graciasssssss.
EliminarSí realmente creo que hemos perdido hasta las ganas de reflexionar con la crisis. Estamos aturdidos, como varados en un mar que nos asfixia.
Saludos y un abrazo