martes, 17 de abril de 2012

El Conejo Que Se Dio Un Atracon de Puerros Silvestres

... Gotas solidarias que se unen para hacer más fuerza y que el agua no se escape sin que la tierra pueda calmar su sed.
Puerros naturales. La tierra de vez en cuando nos regala esta especie de cebolleta, o puerros silvestres   para que podamos alimentarnos. En tortilla están riquisimos.
Cocidos y con bechamen y gratinados con queso están deliciosos.
En sopa y con jamón serrano. 

Cuento Del conejo que se dio un atracón de pueros silvestres

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Desesperado el conejo salió de su madriguera. Ya no aguantaba más tiempo sin comer. Llevaba más de 4 días que no podía buscar nada para comer, pues había caído una gran nevada, y se vio taponada la madriguera. Beber todo lo que quisiera, pues solo con asomarse a la puerta, tenía una gran bola de nieve. 
El sol poco a poco fue saliendo y la nieve se fue derritiendo, hasta que por fin quedaba una miaja que son sus patitas pudo quitar. De esta forma puedo salir corriendo, pues el hambre le puso tan nervioso que quería deborar lo primero que encontrase. Salió escopeo. Pues lo primero fueron eseo puerros silvestres. Se dio un buen atracon  de puerro frescos. Tanto lleno su panza, que no pudo moverse del lugar. Allí quedo tendido bajo una higuera que solo pendían sus ramas. Las hojas se habían ido con los vientos del otoño. El conejo estaba repesado. Y tantos puerros silvestres, le produjeron muchos gases. Tenía una gran flatulencia. Los gases le salían sin que él quisieran, no era capaz, por más que apretaba el culete y lo taponaba con el rabo, los cuescos salían.
En esto que sintió a un cazador. El cazador  vio al conejo. El pobre conejo vio como el cazador le apuntaba con la escopeta. Del mismo nerviosismo, la tripa se le descompuso, y comenzó a echar los puerros que se habían convertido en una especie de descomposición mal oliente. Al cazador le llegó el tufo y no pudo por menos que taparse la nariz. En ese momento el conejo salió corriendo a su guarida y el cazador se quedó medio mareado por el tufillo que había en el ambiente.
Y como no pudo cazarlo, el cazador dijo: "va, si está podrido, no merece la pena gastar un cartucho.
Y el conejo desde su madriguera, daba gracias a los puerros silvestres, y se reía de como el cazador se tapaba las narices.

Moraleja, no hay que darse un atracon de las comida.

11 comentarios:

  1. Jajjaja nooo no es bueno darse un atracón.

    Muy bello el cuento que nos has contado, Isa, y estas fotos tan bonitas con esas gotas solidarias.

    Un beso.

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    1. :-) Gracias María, jajajaja yo también me reí un montón mientras lo escribia. Y mi compañero cuando lo leyó me dijo que tenía cada cosa, que como podía inventar ese cuento. A casi nadie le gusta hablar de estas cosas, de los gases corporales, pero son tan naturales como la vida misma.
      Saludos y un abrazo

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  2. Hola guapa,,interesante cuento.....aprendamos de la moraleja..
    Gracias, pasa buen día, besos azules..

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    1. Gracias Don Vito por dos veces. Primero por entrar en mi blog y dejar constacia de ello, y segundo por decirme guapa sin conocerme. Graciassssssss.
      Sí es bueno aprender de las cosas que la naturaleza nos brinda.
      Saludos y un abrazo fresco, hoy hay mucho frío por aquí

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  3. Isa,tus fotos muy bellas como siempre y tu filosofía excelente,amiga.
    Debemos guardar un equilibrio en todo lo que hacemos.Es la única manera de mantener el cuerpo y el alma.Los griegos ya nos lo advirtieron con su medida de las cosas.
    De todas formas,no hay mal que por bien no venga,al conejo su atracón le libró de la muerte en ese instante...Todo tiene su misterio,su enseñanza y su sentido...Lo importante es saber sacar lo bueno y la moraleja,como tú haces.
    Mi gratitud por tu variedad de temas y mi abrazo grande por tu cercanía y autenticidad,amiga.
    M.Jesús

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    1. Gracias María Jesús. Sí pero a veces está tan rica la comida que nos damos el atracón. Yo de vez encuando me doy algún que otro atracón de jamós serrano Iberíco. Después estoy toda la tarde bebiendo agua. Pero antes de darme el atracón no me cuerdo de lo mal que lo paso después. No puedo tomar sal, pero de vez encuando me olvido a posta. Si esque está tan rico. Una vez al mes me doy ese capricho.
      Pero ...
      Graciasssssssss

      Saludos y un abrazo

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  4. Qué bien enlazas la descripción de los puerros con texto y fotografías, nexándola a la historia del conejo salvado por el disparo de sus gases estomacales. Grato leerte. carlos

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    1. Gracias Carlos, me alegra que te guste. Además me hace sentir bien porque sé que eres un hombre muy culto. Y que un hombre cunto te diga que está bien, pues es muy agradable. Es agradable que te lo digan todas las personas, tengan o no cultura, pero alguien relacionado con los libros, más aun.
      Saludos y un abrazo

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    2. ¡¡Ayyyyyyyyyy!! Quisé decir: Y que un hombre culto te diga...
      ;-)

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  5. Jaaaaaaaaa.....buena moraleja Isa.
    Por suerte a í los puerros no me gustan.
    Te dejo un beso, que estes bien.

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    1. Bueno Osvaldo, mejor que no te gusten, así no tendrás inflamación de panza. A mí me encantan jajajaja.
      Graciassssssssssss
      Saludos y un abrazo fuerte

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