Rally 2011 en la Sierra de San Vicente

Esto de ir a ver el rally ya se está convirtiendo en una costumbre.

Ya son varios los años que coincido en el pueblo y se celebra el rally de coches.

A mi no me gusta la velocidad, pero sí me gusta hacer fotos y captar los coches en movimiento.

El ruido es ensordecedor. Cuando pasan tan cerca, parece que te estuvieran serrando el cerebro.

Sinceramente, a mi me duelen los oídos y la cabeza del ruido.

Pero asisto a verlo por el ambiente.

Por cierto, este año subí sin desayunar, y a eso de las 11:30 el estomago hacía el mismo ruido que los coches. No desayuné porque tenía empacho de la noche anterior. Estuvimos bailando en casa de unos amigos, y le dimos al jamón y a frutos secos. Total, que esa noche dormiría 3 horas por la pesadez. Y decidí subir sin desayunar. Pero venía un olorcito a chorizo y pan recién hecho, que mis jugos gástricos comenzaron a darme puñetazos en el estomago.

Le dije a mi compañero que le pidiera a Julian un trocín de lo que estaban comiendo. Y me dio un trozo de pan y chorizo.

Y vaya si se calmó mi estomago, dejo de darme puñetazos.

Esta vez disfruté  mucho de la carrera, y no porque subiera en un coche, que no, si no, porque estuve con Juli que tan bién la gusta la fotografía. Ella está más puestas que yo porque ha hecho un curso.

Yo este año pregunté y por el ayuntamiento de mi localidad, me costaba 30 euros todos los meses. Y me escuecen, pues eso es lo que pagamos por ir los dos a clases de baile.

Seguiré cogiendo un poco de aquí y otro poco de allá, y así se aprende mucho, mirando otras fotos y toqueteando la cámara.

Los coches pasan a toda mecha. Sinceramente es peligroso estar donde nos pusimos nosotras. Había más personas y nuestros correspondientes compañeros.

Una piedra de la cuneta, la lanzó un coche con la velocidad que llevaba. Era bien grandecita.

Si le da a alguien le hubiera hecho una buena herida. Y si da al objetivo de la cámara, pues imaginen lo que pasaría.

Creo que se aprecia la velocidad que llevan en las ruedas.

Esto es antes de que comenzaran.

Todos menos Dos golfillos,  nos pusimos detrás de un pared de piedra. Así al menos estábamos más protegidos.

Mañana subiré más si me da tiempo. El tiempo es oro y cuando lo aprovechamos bien, da mucho de sí, pero si miramos las musarañas como ando acostumbrada ultimamente, no me cunde nada.

Tengo que bajarme de la nube, pero no de está que aquí estoy muy bien. De mi otra nube que me despista.