Pablo y su Miel

Pablo es un señor de Bayuela. Un pueblo a cinco kilometros de El Real de San Vicente. Ya ha castrado y le ha enviado las fotos a mi compañero por si yo estaba interesada en ponerlas en mi blog. Naturalmente que las pongo. Y agradecida por enviarlas. Así ya me voy haciendo a la idea para cuando castremos nosotros un día de agosto. Digo un día pero pueden ser dos o tres.
Pablo ahí pongo tus fotos. He intentado arreglar alguna de ellas que me ha parecido muy bonita pero no puedo porque no tengo el programa de tu cámara. Graciasssssssssssss.

Ahí tiene cogido Pablo un cuadro aun sin especular.

Las abejas son tan inteligentes que llenan las celdas de miel, y las sellan con la propia cera para que la miel quede dentro.

Van almacenado su propio dulzor.

Dos trozos de panal. A mí me encanta cuando castramos nuestras colmenas, meterme un trocito en la boca y masticarlo hasta dejarlosy sin gota de miel.

Pablo lo hace artesanalmente, igual que nosotros.

Se ve una miel muy buena.

Las abejas es el ganado que más libertad tiene a la hora de buscarse las habichuelas.

Todo el campo es suyo. Todas las flores son suyas. Nadie las regaña por invadir sus  huertos. Comen y comen de todos los lados que las apetece. Y encima el agricultor encantado de que pecoree y polinice sus flores. Pues de esta forma se asegura que tendrán fruto.

Pablo dando a la manivela del extractor para que los cuadros centrifuguen, y la miel se estampe contra las paredes.

Así va bajando al fondo del extractor, y de ahí a un grifo, seguido a un colador para que queden las impurezas en él.

Por decir, la abeja es una ladrona consentida porque sin su trabajo no habría cosechas, y nos moriríamos de hambre.

Si ven a una abeja en una flor, dejanla tranquila, tal vez un día ese fruto te lo lleves a la boca.