miércoles, 16 de noviembre de 2016

Tercera parte de microcuentos

... la vida le preguntó por qué no tenía amigos. Su respuesta fue: porque ya tenía una amiga muy fiel. La soledad, siguió diciendo, esta amiga no le preguntaba, no le juzgaba y nunca le abandonaría.
La vida,  que quería ser su amiga, se fue triste.

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Una rana y un borriquillo se encontraron al beber éste en la  alberca donde habitaba la rana . La rana al verle tan sediento le preguntó por qué aguantaba a su amo. Él borriquillo le contestó  que trabajaba mucho y de vez en cuando le daba golpes, pero que también  le daba de comer, La rana le invitó a que se fuera, que abandonara a su amo, que él era autosuficiente, podría alimentarse sin ser esclavo de nadie.

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Un gusano salía a tomar el sol por un agujerito de higo pasado.
Así todos los días tomaba el sol y se acicalaba después de una larga noche durmiendo. Al  cabo de una semana, el higo quedó con un gran agujero,  porque él todos los días comía una porción del jugoso y dulce higo. Como tenía muy poco peso, un día sintió que el higo se movía.  Pensó que le habían salido ruedas o que se había convertido en un vehículo. Se desperezó y salió a ver que sucedía. Cuando se dio cuenta ya no podía salir del higo ya que era transportado por una gran fila de hormigas rubias. De pronto, se hizo la oscuridad. Había caído en el hormiguero. Se puso a temblar y no de frío.

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Había en el campo una cabrita con las ubres muy cargadas. No podía caminar porque con sus patitas balanceaba las ubres y éstas le dolían mucho.
Se encontró con una salamandra y le pidió por favor que descargara un poco sus ubres. Pero la salamandra le dijo que no tomaba leche, que sólo comía insectos y hierba.
Al cabo de un rato se encontró con una gallina. La gallina le dijo lo mismo,  y que no había probado nunca la leche y seguro que no le gustaba.
Se encontró con un conejo y esté le dijo que sólo tomó leche de bebé, que nunca más volvió a tomar.
La pobre cabra estaba aterrada porque ella no llegaba a sus ubres para poder mamar.  Se hizo la noche, La luna alumbraba mucho porque era llena y muy reluciente. La cabra después de estar todo el día ofreciendo sus ubres no consiguió que nadie la liberara del peso que le producía  la leche. Cayó desplomada y quedó medio ocultada tras una enorme roca.
La roca estaba  hueca y sintió como unos gemidos de animal. De pronto salieron de la roca dos cachorrillo de tigres hambrientos, llevaban dos días sin ver a su madre y  sin poder mamar de ella. La cabra que a penas respiraba por la calentura de tanta leche, sintió como dos bocas resecas, con dientes diminutos, se agarraban a sus ubres y comenzaban a chupar con gran ansiedad.
Los cachorillos de tigre fueron su salvación, y a la vez, ella salvó de morir por inanición a esas preciosidades que habían quedado huérfanos porque un canalla había dado caza a su madre.

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Un pato iba de paseo haciendo el ganso. Llegó un águila y se lo llevó volando.

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La luna se reflejaba en el mar. De pronto llegó una ola y dejó de verse. Por más que se buscaba no se encontraba. Decidió bajar para mirar su belleza, con tan mala suerte, una ola se la tragó.

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8 comentarios:

  1. Es que no se puede hacer el ganso eh... jajjajaj

    Ni tampoco fiarse del mar.

    :)

    Besos.

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  2. Me gustó el de la oveja y el del gusanillo.


    Un abrazo Isa

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  3. Dhabia en el campo una oveja... Muy bonito y tierno. Un abrazo

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  4. Tus cuentos son fabulosos....recuerdo cuando Literativa... hemos avanzado muchisimo... tu en letras y fotografía...tienes la poesía en la mirada... cosa que miras lo haces poema. Narras poeticamente y con mucho amor.... siempre me admiré por ello... te felicito!!!!!!

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  5. Muy buenos!!!...eres toda una artista, tanto con la imagen como con las letras, y cuando las juntas...todo un espectáculo!!!

    Un fuerte abrazo, amiga...y muchas gracias!!! ;)

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  6. El cuento, parece fácil, pero es un género muy complicado, sin embargo, a ti te salen maravillas. Felicidades.
    Feliz fin de semana.
    Un abrazo.

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  7. me han gustado todos Isa. Ya sabes que admiro a los escritores. Incluso, a los que como en tu caso no os cuesta mucho escribir. Contáis con ese afortunado don.
    Ahora....si tuviera que elegir, me quedo con el primero. :-)

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  8. Bastante didácticos y ejemplarizante tus cuentos, con el tite de las fabulas. recordé en tus historias, a Tomás de Iriarte. Un abrazo. Carlos

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