Aprendiendo a Dibujar con Lapiz

 

Estoy aprendiendo a dibujar.

Ya, ya lo sé que no están muy bien logrados los labios ni la cara de la chica.

Pero estos dibujos se los regalo aun amigo que hoy es su cumpleaños.

Felicidades amigo, te deseo mucha   felicidad, una buena porción de la que hay en la tierra, y otra buena porción de la que hay en el cielo o firmamento. Una porción muy grande de cada lugar, dejamos el resto porque somos muchos, y a todos nos tiene que tocar un poco de esa felicidad.

Que cumplas muchos más y sigas así de alegre y trabajador. 70 añitos y aun sigues trabajando, ya va siendo hora de disfrutar de la vida junto a tu esposa, hijos/a y nietos/as.

Pues eso, felcidadesssssssssss y mi gratitud por los ratos que charlamos, nos reímos y también lloramos.

 

Estos días estoy muy sensibilizada con la naturaleza y principalmente con quienes anda cada día cuidando de ella porque son quienes dependen de de ella. Voy ha intentar hacer un cuento, no sé lo que me saldrá, pero voy a intentarlo.

 

...Ese día los rayos del sol estaban furiosos y calentaban de lo lindo. El cabrero sudaba por todos los poros de la piel. El sudor se mezclaba con el polvillo que el rebaño de cabras había levantado durante la caminata de todo el día. En los surco del cuello se perfilaban las rayas negras que el sudor y el polvo del camino se habían pegado como lapas a la piel. El pelo era como un pastizal encharcado por el sudor.Aun así el cabrero estaba contento porque su jornada ya estaba terminando.

Se sentó bajo una piedra con forma de sombrero mientras las cabras terminaban de dar sus últimos bocados a la poca hierba seca que quedaba. Allí delante tenía a sus dos perros jadeando y con la lengua fuera reseca por el calor. Aun así unos hilillos de saliva comenzaron a colgar de sus lenguas rosácea al ver el medio pan que su amo sacaba de las alforjas. En el medio pan aun quedaba más de la mitad de un chorizo que el cabrero comió sobre las 13 horas. No llevaba fiambrera, si no, el propio pan guardaba dentro sus viadas. Al lado del medio chorizo y empapado en aceite de oliva, un cuarto de queso de la leche de sus propias cabras, embriagaba el ambiente a queso curado y muy  fuerte juntándose con los aromas naturales del campo.

Los escobones aun verdes y el olor a jaras absorvian el olor a queso de cabra añejo, y  en aceite, predominando el olor  dulzón y pegajoso  de las jaras.

 

Los perros salieron corriendo y andubieron a la caza de un conejillo que se descuidó, y ya no pudo entrar en su madriguera. volvieron y un de ello meneaba el rabo y las orejas las tenía bien levantadas. Allí dejó al lado de su amo el conejo sin vida. El cabrero como premio le tiro un pedazo de pan a cada perro. Estos moviendo el rabo se lo comieron rápido.

El cabrero levantó la bota  de vino  entre sus manos, y la sostuvo un rato mientras que un chorrillo fino  de color rojizo como un zafiro,  entraba dentro de su boca.

Metió todo en las alforjas, incluso en conejo que aun no había despellejado, y tomó rumbo al corral para guardar las cabras y él irse a dormir para afrontar de nuevo otro día.

 

 http://viajarenminubeii.blogspot.com.es/2012/09/referente-jrm-presunto-culpable-del.html