lunes, 29 de febrero de 2016

Gran Nevada en la Sierra de San Vicente. 27/02/2016

El sábado me levante de la cama y al mirar por la ventana, vi, este precioso espectáculo.
Desperté a mi compi y le dije que por la tarde una vez terminadas las comidas de la semana de mi padre, teníamos que subir a la sierra. Como mi Antonio me complace siempre que puede, nos hicimos el regalo de subir  a ver la nieve.

Ésta,  también está tomada desde la  ventana de la habitación.

Las hice rápido pensando que el sol derretiría la nieve pronto.


Por la tarde, después de comer, habiendo recogido la cocina, muy sucia por cierto, subimos a la sierra. Bueno, mejor dicho, nos subió el coche y el conductor mi compi.


Espectacular.
Los árboles estaban helados cubiertos de nieve.
El viento los acariciaba sacudiendo la nieve que los vestía. A su vez, el viento hacía que nevara pero no del cielo, si no, de los propios árboles. Una maravilla de espectáculo. Me dejé los guantes de lana en casa, y con las manos en la cámara, se me helaban. Tuvimos que meternos en el coche y subimos a otros sitio que hacia aun más frío.,






Creo haber escuchado el suspiero de uno de los árboles que estaba cubierto totalmente con nieve, y su tronco lucía una helada acumulada de agua.

El viento era constante y en sus soplidos nos lanzaba la nieve quitando peso a las ramas de los árboles.


Aquí se puede apreciar el color ceniciento de los árboles. No, no son canas, no ha podido envejecer en una noche. Es la nieve acumulada que se fue agarrando a las ramas para no darse contra en suelo.

Según íbamos subiendo había más nieve.

Primera vez que vi este espectáculo en mis cincuenta y cinco años. Me encantó. Mi cuerpo y mi mente se llenaron de diferentes emociones al ver tanta belleza.





















Pareciera que los árboles en una noche se hicieron mayores y se llenaron de canas.


Da la sensación que bailen a vernos pasar. Como si la nieve caída les hubiera dado vida, Realmente así ha sido, porque había una sequía tremenda. Es como si celebraran que el invierno por fin llegó a estos lares. 











De frente tenemos la Sierra de Gredos 
Abajo está el Valle del Tietar.


Antes que nosotros hubo otros espectadores contemplando la belleza del paisaje.

Huellas en todas las direcciones.
Ayer se  me fue ocurriendo un cuento muy gracioso al ver estas huellas, pero como no tomé nota, ahora no recuerdo nada. La musa se evaporó.




Allá a lo lejos se ven las torres inclinadas de Madrid.






La sed de la alambrada hizo que agarrara con fuerza a la nieve para que no se le escapara.
Se fue saciando de ella hasta que fueron quedando trozos libres. Seguro en la noche volvería a caer más nieve y podría seguir saciando su sed. 

Esta preciosidad no creo que se repita. Fuimos afortunados de poder ver tanta belleza.
Los árboles se pusieron su mejor atuendo de invierno para acudir a la fiesta del invierno.



Las ramas formaron una gran cadena para acunar a la nieve y que ésta  tardara en deshacerse,







Un escuadrón protegiendo la montaña.




Mi compi haciéndose  una foto a si mismo con el muñeco de nieve

Estampida de colores.

Una preciosura en mitad de la nada




Hacía un frío horrible. 
La nieve se congeló en las hojitas marrones a punto de caer al suelo.
De la nieve y el frío, nació un peine con un solo diente para peinar las ramas cuando entre ellas se enredaran. 


Este árbol me daba la sensación que me estaba regañando. Echándome un rapapolvo y  del lugar. Como si yo hubiera alterado la tranquilidad y los hubiera alborotado. Realmente estaba tan entusiasmada jajajaja que gritaba y decía lo bello de la naturaleza a grito pelado. Pensarían que fue a visitarles una locuela.





De las Cruces nos fuimos a otros sitio donde también se ve muy bonita la Sierra de Gredos.



Dos colmenas se nos murieron de frío.
Estaban fuertes, pero el frío pudo con ellas y todas las abejas perecieron. Las crías que son las celdillas tapadas con una fina blanca capa de cera, no tuvieron tiempo ni de nacer. Al menos sintieron poco frío. Si las abejas no se encargan de alimentarlas, se mueren. Y como las cuidadoras estaban muertas,  a las crías les sucedió lo mismo.


11 comentarios:

  1. Me da pena de las abejas. Un beso para ti.
    Preciosas fotografías.

    ResponderEliminar
  2. Wow, wow, qué pasada de fotos, Isa. Hay varias espectaculares. Menuda belleza. Me encanta la vida que le das a la naturaleza al relatar lo que viste :) Muy bueno.
    Besos

    ResponderEliminar
  3. Bonitas imágenes las que nos dejas. La sierra de Guadarrama tambien está nevada.

    ResponderEliminar
  4. Ves como eres poeta.... a los árboles les salieron canas...

    Qué envidia de paisaje.

    Besos.

    ResponderEliminar
  5. Preciosas y explicitas fotos, se nota que disfrutaste de un paseo muy agradable. Saltos y brincos

    ResponderEliminar
  6. Precisas fotos, como siempre. Gracias por compartirlas.

    ResponderEliminar
  7. No se si me gustan más las fotos o tus comentarios. Tienes una mirada limpia, como una niña.
    Besos.

    ResponderEliminar
  8. Bravo por esas fotos, por tus letras y por ese paseo a la sierra que me ha encantado, Isa...Me encanta cómo profundizas en la naturaleza, la llevas en el alma, como yo y la disfrutas siempre...Mi abrazo y mi cariño, amiga.
    M.Jesús

    ResponderEliminar
  9. Un placer de paseo pisando nieve a pesar del frío. Con tus imágenes y tus palabras haces que toquemos el suelo de tu pueblo y respiremos ese aire tan puro de los bosques y montañas.
    Besos :)

    ResponderEliminar
  10. La verdad que es un maravilloso espectáculo ver esos árboles y ese bonito paisaje nevado.
    Feliz fin de semana.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  11. Qué hermosas fotos! La nieve acumulando sus copitos, y luego esfumándose. El paisaje y sus árboles nevados, y leugo la imponencia de los mismos, sin la carga de nieve. Bellas postales estas fotos. Qué hermosa, tu tierra. UN abrazo. carlos

    ResponderEliminar