Pequeño vídeo del sonido de la lluvia.
Ayer por la tarde, en el pueblo, un relámpago seguido por un trueno espantoso nos despertó de la siesta.
Fue tal el estruendo que vibró hasta la cama.
Anterior a esto dimos vueltas y vueltas para poder quedarnos dormidos. Ya que ahora los dos dormimos muy mal.
Pero el trueno no quería que yo descansara y se puso a darme voces.
Una de las voces nos despertó a los dos. Era una voz ronca que desde el cielo o detrás de una montaña nos regañaba autoritaria. Era como un ogro enorme, peludo y con un vozarrón dura y dictatorial.
A mí me dan pánico las tormentas.
No soporto los truenos ni los relámpagos. Me hacen daño al oído y a la vista.
Debería de ser más dura y hacer fotos a los relámpagos. Pensar que no va a pasar nada y retratar las culebrillas de luz y fuego.
Seguro que esto viene de cuando era pequeña y en las vacaciones nos íbamos al campo.
Salíamos del internado y nos íbamos con mi padre y sus padres y pasábamos allí todo el mes de agosto.
Ellos tenían cabras y ovejas y hacían la era para trillar el trigo y la cebada para dar de comer a los animales.
También trillaban garbanzos y carillas para poner el puchero y comer todos de ahí.
Seguro que en algunas noches las tormentas se desatarían y al estar en el campo debían de ser horribles el sonido que producían.
Recuerdo desde muy chica oír que algunas cabras y ovejas habían sido achicharradas por los rayos.
Los animales se cobijaban bajo la arboleda y eso era perjudicial porque los relámpagos ahí descargan su energía y queman todo lo que hay al rededor del lugar.
Seguro que mis abuelos y mi padre en algún momento nos dijeron que nunca hay que estar bajo un árbol cuando hay tormenta. De ahí esa inseguridad y ese pánico a las tormentas.
Sin embargo me encanta cuando llueve suave sin ruidos ni relámpagos.
Me encanta el olor a la hierba mojada y me trae bonitos recuerdos de la niñez de cuando trotábamos en libertad mi hermano y yo por la pradera.
Tengo olores hermosos que me transportan a la pradera donde pasábamos las vacaciones en la niñez.
Hoy luce un sol espléndido que disfrutaré desde el confinamiento.
No saldré a la calle hasta el miércoles que me toca volver al Hospital hacerme el control de cada mes.
Voy a ver si puedo subir pequeños vídeos de las golondrinas cantando. También voy a intentar subir la lluvia después de la tormenta de granizo que cayó ayer durante la siesta.
Hubo en la tormenta mucho granizo.
Pequeño vídeo del sonido de las golondrinas.
Madre del amor hermoso, esto es un sin vivir. Escribo en el ordenador de Antonio y subo las fotos y videos con el teléfono móvil. Doble trabajo.
Hoy creo que me traen mi ordenador. Me lo han cambiado porque venía con un defecto, y es que al actualizarse se iba todo.
Ya podré usar mi ordenador y no el de mi compañero.