El sábado nos bajamos al pueblo de Hinojosa de San Vicente a celebrar esta fiesta que hacen todos los años en varios pueblos. Nos invitaron mi cuñada MariSol y Paco, el hermano de mi compañero.
Tomamos aperitivos y comimos paella. Estaba rico todo.
Lo pasamos muy bien sobre todo porque había muchos caballos preciosos.
La verdad me molestaba algo el ruido de la música y las personas porque estaba todo muy concentrado. Esto en un lugar más grande en donde todos nos podemos distribuir disminuyen los ruidos que últimamente me ponen muy nerviosa. Aguante del tirón y se pasó bien. Vi como herraban a un caballo. Es un trabajo muy laborioso y muy sufrido por el calor. El señor sudaba chorros de sudor. Yo pensé y dije en voz alta que le dieran agua porque le iba a dar un desmayo. Aguantó y herró al caballo que estaba muy quieto para que le pusieran zapatos nuevos. Es la primera vez que lo veo y da sensación oler a carne chamuscada. Al ponerle la herradura al rojo vivo, salió mucho humo y un olor a uña quemada.
Se ve que esto no duele, pero impresiona mucho verlo en vivo y en directo.
Vi todo el proceso paso a paso. Parece increíble, es muy interesante de ver.
El caballo pone su pezuña arriba del hierro para que le hagan la pedicura.
Le clavan clavos y también es indoloro porque el caballo se está quieto.
Disfruté mucho a pesar de estar en la solanera.
Propongo que el próximo año pongan una lona para que el señor pueda trabajar sin sudar tanto.
Me encantó verlo y chapo por este señor que se dedica a ello. Enhorabuena por su buen hacer. Es como si le hicieran una buena pedicura y le prepararan unos zapatos a medida al caballo.
Caballos descansando bajo la sombra del toldo.
Bajaron varios caballistas de El Real de San Vicente
Subo la foto con estos dos jinetes con permiso de la madre del niño chico.
Realeñas y realeños haciendo compañía a los caballos y jinetes.
Pintandole las uñas al caballo. Son caballos muy coquetos y muy presumidos :-)
Hubo música flamenca durante todo el tiempo.
La comida también fue amenizada por estos flamencos que por cierto tocan y cantan muy bien.
Una hermosa jornada y la enseñanza que nos dejas. Disfruto esta nube!!!
ResponderEliminarGracias Antonio. Me alegro que te guste.
EliminarUn abrazo
Me pasa lo mismo que a ti.
ResponderEliminarNo aguanto las concentraciones de gente, ruido y algarabía diversa.
Huyo nada más llegar y ver algo así.
Necesito silencio, paz, espacio y mucha calma.
Besos.
Toro, nos vamos haciendo mayores y eso se nota en que tenemos menos aguante a los ruidos :-)
EliminarYo si hay ruidos y mucho espacio no me pongo nerviosa, pero si las personas están muy cerca y el ruido es fuerte me agobia mucho.
Un abrazo
Vecino de mi casa, vivía un chalán y herrador de caballos. Alguna vez me invitó, a una finca donde debía ponerle los zapatos a unos caballos, que iban a una competencia de lasd ferías de Bucaramanga. Tuve el placer de alargarle alicates y clavos. Un a brazo, Isa. Carlos
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