miércoles, 31 de octubre de 2018

El otoño es como es...

Los árboles llenos de  hojas, que al bailar y hacer sus piruetas, se descuelgan sigilosas.
Hay árboles  caducos que se vuelven endebles, pareciera que se constiparon y en cada estornudo, sus hojas teñidas de color borgoña, amarillo anaranjado, óxido de hierro hidratado, amarillo pardusco, ... le dan un ambiente de cuento de hadas al descolgarse como mariposas cansadas. 
El viento teje sobre el suelo una alfombra con hojas multicolores. Dicha alfombra servirá para dar calor a la tierra y nutrirla con sus matices; también para que algún insecto de un bocado fresco.
El otoño es sol en duermevela, viento huracanado, torrente de agua, o lágrimas  que gota a gota van bañando la tierra.
En otoño revientan los erizos y hace aparición la castaña.
Los granados lucen en sus ramas las  granadas que esconden dentro del alma montones de pequeños rubís duces y ácidos.
El otoño es sosiego, frío en el cuerpo y calor en el alma. 
El otoño son bandadas de pájaros que buscan tierras más cálidas.
El otoño es un nido  de gorriones tiritando, una luna fría y medio fundida, las nubes cargadas  de agua, las cascadas, riachuelos y  cornisas adornados de carámbanos. 
El otoño es de alma solitaria. Los parques con sus columpios se volvieron fantasmas.
Los cines y teatros se llenan al calor de las parejas y de estrenos culturales.
El otoño es un puente al invierno. Por él hemos de pasar porque el año son estaciones y la  la vida es un tren que pasa por todas ellas.



No hay comentarios:

Publicar un comentario