lunes, 12 de noviembre de 2018

Tan generoso que DONÓ SU CUERPO A LA CIENCIA para que investiguen en él






Alegre, fuerte, de risa sonora y melódica.
Siempre lucía una gran sonrisa.
Ayudó con su trabajo dando una buena educación a su  hija e hijo.
Disfrutó con el nacimiento de  sus dos nietas.
 Pero la vida le arrebató el conocer a su nieto aún  por venir al mundo.
La vida se lo llevó sin darle esa gran alegría de conocer a su tercer nieto. 
La vida no es justa, si tenía que llevárselo
¿por qué no  le añadió unos meses más de vida?
¿Por qué no le hizo ese preciado regalo?
Le arrebató todo.
Dejó de disfrutar con su esposa, su hijo, su hija, nietas y el chiquitín aun por nacer.
Dejó de reír con su familia y amigos.
De compartir momentos felices,...

Él, sin embargo, fue más considerado, fue generoso con la vida,   regaló su cuerpo a la CIENCIA para que investiguen, y puedan derrotar a esa enfermedad tan cruel, enfermedad que tanto daño está haciendo.
El maldito cáncer que no solo se conforma con el sufrimiento que produce el  tratamiento, sino, que aun insatisfecho, arranca las vidas de cuajo.
Despoja de todo a las personas que como nuestro amigo peleó hasta que no pudo más.
Tal vez su cuerpo sierva para poder  curar, avanzar y que el cáncer con el tiempo sea como un simple constipado.
Antes de morir pidió que no le regalaran flores, que ese dinero lo donaran a la CIENCIA para investigar y algún día poder derrotar y aniquilar al cáncer.
Si queremos hacer un regalo a un amigo, sea cual sea, o  hacernos un regalo a nosotros mismos, tenemos que donar dinero a la CIENCIA. Exigir  a los   políticos que en los presupuestos tiene que haber un dinero  especifico para que se siga investigando, para  que las personas dejen de tener tanto miedo a ese bicho ansioso y malvado  llamado cáncer.


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