lunes, 6 de noviembre de 2017

Sufrido y bello otoño


A veces me gustaría ser niebla para que no me vieran.
A veces pienso que sería mejor haber nacido sin lengua para no hablar y no hacer daño, ser sorda para no escuchar y vivir sin ruidos ni monsergas.
A veces me gustaría no saber escribir ni leer, para no participar ni sufrir.
A veces me gustaría ser un árbol caduco, así en otoño mis hojas cambiarían de color y se marchitarían.
A veces me gustaría ser nube para contemplar y seguir mi camino.
A veces me gustaría ser pájaro para volar y estar de un lugar a otro.
A veces me gustaría ser ola para chocarme con las rocas, para arrastrar la arena, para esconder a las estrellas de mar, a las conchas,... 
A veces me gustaría ser un león para dar miedo a todo el mundo y ser el rey de la selva y no temer a nada.
Pero soy humana, lloro, río, hablo, sueño, me equivoco, me hacen daño, yo lo hago, enfermo y un día moriré, no sé si de vieja, o me queda poco.


























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