El viento entonó su canción triste de otoño

Como un tejido de hilo se hilvanó el otoño.
Toda la noche lloviendo.
El viento zarandea los  arboles,
también el vidreo de mis ventanales.
Sus quejidos y alaridos son espantosos.
Parecen bebes llorando, u animales heridos.
La montaña tiene un manto de niebla,
que no deja ver el verdor de la arboleda.
Los tejados lloran desconsolados.
El sol asustadizo aparece tenue, tímido sobre la montaña,
ha perdido su trono de rey, el otoño se lo ha robado.
En otoño las  catacumbas del alma desfallecen.
La noche llega antes con sus ojos tenaces de luto
El otoño es un fantasma disfrazado de agua y viento,
donde las flores quedan mustias.
Los parques, jardines
 y montañas se vuelven de un tinte de óxido.
De marrones apagados,
y amarillos mortecinos.
En otoño, los fantasmas del olvido,
sale asustarnos con sus tonos mortecinos.