martes, 11 de junio de 2013

Desde mi Alcoba...


 ... Me abrazó la noche mientras dormía. Mi oído atento, él nunca duerme, siempre está en duerme vela .A lo lejos se escuchaba ronronear al viento que quería colarse por las rendijas de la ventana y llegar hasta mi cama. El sonido hacía que me acurrucara cada vez más pegándome como una lapa al cuerpo desnudo y relajado sumido en un profundo sueño de mi compañero.  
El viento fuera ronroneaba y a la vez daba alarido de soledad.
Por momentos estuve tentada de abrir la ventana y dejarlo pasar. Invitarle a que durmiera en mi cama. Seguí tumbada  con la respiración entrecortada. El viento golpeaba los cristales  como si fueran cuchillos hambrientos. Yo quieta, mi corazón galopaba,  escuchaba sus pasos como si golpearan en el  pavimentos de piedra varios corceles negros.  Intenté suavizar la respiración a ver a si el viento se alejaba, pero el viento estaba fuera solo, temblando de frío y de soledad, mientras yo acurrucada en el pecho de un hombre. El viento afuera celoso, arremetió contra los cristales de la ventana.  Todo quedó en silencio, una quietud moribunda. Al amanecer cuando dejó de envestir y se hizo mudo, abri la ventana, los cristales estaban llenos de sangre blanca. Empañados. El viento se suicidó por no dejarle entrar en mi alcoba y que me acariciara.
Amanece nublado y con niebla estando en la primavera del 9 de junio de 2013.

 La niebla invadía la montaña. Era niebla esquiva, la llamé para que se acercara y tocarla. No vino, no me escuchó. Estaba entusiasmada acariciando el verdor de la montaña. El sol se puso sobre ella y cabalgo en su montura blanca. La niebla poco a poco se dispersaba y daba lugar aun hermoso día. El sol brilló con fuerza en la mañana.

En el corral el gallo cantaba, y las gallinas cacareaban. Los hombres y mujeres al levantarse bostezaban y las amapolas abrían sus ojos extrañadas. Después de una noche torturadora en donde el viento fue el amo del mundo, daba pie a un amanecer en donde cada cual era el amo de lo suyo. La amapola con sus ojos vivaces pestañeaba incrédula ante tanta belleza desatada. Pues ella también pasó miedo con los alaridos  y arañazos que el viento la propinó durante la noche. No pudo con ella porque ella dio la orden a los pétalos que se agarraran fuerte unos a otros de las manos.
 Al amanecer la amapola cobraba su esplendor y sus pétalos radiaban felicidad.



11 comentarios:

  1. Isa, ¡cómo he disfrutado con tu relato! esa manera tuya de personificar a los elementos naturales en todo su esplendor es extraordinaria.
    Besos.

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    1. Hola María Pilar, graciassssssssssssss
      Me alegro que te haya gustado.
      Saludos y besos

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  2. ¡Pero qué entrada tan chula y tan lírica! Me ha encantado este texto que rezuma poesía además de intimismo. Sigue por ese camino, Isa. Tú puedes hacer cosas muy bellas.
    Besos

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    1. Hola Francisco, graciassssssssssss
      Bueno me alegro que te haya gustado.
      Saludos y besos

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  3. Isa,estoy de acuerdo con Pilar y Francisco, amiga...Nos has hecho disfrutar con este relato,donde el viento ha sido protagonista y todos los demás han aguantado su empuje y su fuerza...Muy ameno,cercano y bien contado.Enhorabuena,amiga.
    Mi abrazo inmenso y mi cariño,ISA.
    Feliz noche y espero que el viento duerma tranquilo y no sea inoportuno de nuevo.
    M.Jesús

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    1. Hola María Jesus, graciassssssssssss
      La verdad que el viento en el pueblo me hace pasar miedo por la noche. Es como el llanto de varios niños, suena como un gran lamento porque se mete por el callejón que forma mi casa y la casa de la vecina y se escucha como lloros de bebé.
      Cuando lo leí estuve tentada de borrarlo jajajaja.
      Saludos y un abrazo grande

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  4. Una de las mejores crónicas que te leo, Isa. Me encanta como juegas con los elementos naturales: el viento, la tormenta, el primero que se personifica, y quiere meterse en tu lecho.La aparición del día y la niebla, luego el sol, hasta la apertura de la amapola. UN abrazo, desde mis afectos. Carlos

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    1. Hola Carlos, graciassssssssssssss
      Bueno, pues vale, no sé que decir a mi no me parece tan bueno pero si a ti te lo parece está bien. Graciasssssssssssss
      Saludos y un abrazo

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  5. Si desde mi alcoba yo dijera lo que veo....diría...
    Anochece...el perro de la vecina lleva todo el día ladrando porque lo dejan solo. La vecina María ha llamado a la vecina de enfrente gritando (era la hora de la siesta). Hace un calor horrible y no se mueve el aire. Hay ruidos de coches y golpes de la obra de al lado. No vemos las nubes por la contaminación....
    ¿A que no es lo mismo....?

    Cuando he leído lo que contabas y veía las fotos era como si por un momento estuviera sintiendo lo mismo....
    Gracias por este sueño...

    Un abrazo Isa.

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    1. Hola David, bueno creo que aquí en Madrid nos sucede a todos esto. Los pisos están cerca unos de otros y se escucha hasta cuando el vecino ronca y también cuando suspiras y jadean porque están haciendo el amor.
      Jajajaja se escucha hasta cuando tiran de la cadena del vater jajajaja.
      Lo bueno es esto las casa aisladas del pueblo. Casa bajas en donde las paredes no están tan cercanas.
      Me alegro haberte hecho soñar.
      Saludos y abrazos para Nina los chicos y para ti

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  6. Que maravilla!!!! todo eso ves desde tu ventana?Pues yo quiero una igual...Ventana e imaginación.
    sencillo... y muy entrañable.

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