lunes, 23 de abril de 2012

Elaborando en cadena...

 Una abeja comiendo del pincho que tenia miel.
 Mi compañero fue ha recoger un enjambre que seguro salió huyendo con la reina vieja.
Resulta que si en la colmena nace una abeja reina, la reina vieja es expulsada de dicha colmena.
Allí quieren gente productiva.
Y la reina joven una vez fecundada  generalmente supera los 1.500 huevos por día, cuyo peso total es equivalente al peso del cuerpo de la reina.
 Entonces las reinas están muy cotizadas.
 Estas abejas llegaron a esta colmena el sábado por la tarde.
Mi vecina Isabel del pueblo, resulta que el viernes por la tarde, salió con sus amigas de paseo por un lugar.
Y vio como un montón de abejas unidas y formando un colgante precioso eran mecidas por el viento.
Ella no pudo hacer nada, pero se acordó de nosotros.
Al día siguiente nos lo dijo. Yo me quedé toda pachorra en casa. Pude ir hacer una foto al colgante de abejas.
A mi compañero, tampoco se le ocurrió hacer una foto aunque fuera con el móvil.
Una maravilla que no pudimos captar porque nos pillo como algo empanados.
 Pues mi compañero cogió el enjambre y lo puso en un cajón con cera para transportarlo.
Pero las abejas se pusieron algo rabiosillas y se salieron del cajón.
Tuvimos que hacer el viaje de nueve kilómetros con el coche lleno de abejas pululando a su antojo.
Evidentemente íbamos con los trajes de apicultores. Mi compañero conducía sin los guantes apropiados, pues si no no podía coger el volante.

 Una servidora con mucho miedo iba en el coche para no dejar solo a Antonio.
 Y llegamos y abrimos las puertas del coche y salieron poco a poco todas las abejas.
fueron poco a poco haciendo una piña. A cada poco que se iba formando la piña, mi compañero las iba llevando al  cajón.
Una experiencia muy bonita la de viajar con montones de abejas que se posaban en todos los lados del coche y de nuestro cuerpo.
Estoy loca, soy alérgica a las picaduras de abejas. Eso sí, iba muy protejida. Ni una sola rajita ni agujerillos por donde pudieran pasar a picarme. Además estaba muy relajada. Sabía que iba protejida, ya se encarga mi compañero de que todas las cremalleras del mono y careta, estén bien cerradas. Yo también lo compruebo.
Bueno, pues esta es la historia que nos ha sucedido el sábado por la tarde.
Ahhhhhhh se me olvidaba. Eso que llevan las abejitas, es polen. Es el polen que al polinizar las flores de los frutos de los árboles, se traen en sus patitas y luego van dejando dentro de la colmena para que coma la reina.
Ven esa abejita que tiene como un pincho en el culete, pues eso es lo que clavan, y con ello se quedan sin un trozo de abdomen, mueren. Pero esa abejita no llegó a clavar y por lo tanto vivirá. Volverá a meter ese rejón para dentro. Tal vez es una patita y no el rejo como he dicho. :-)
Tampoco pude hacer fotos buenas, porque con los guantes, no podía cambiar los parámetros de la cámara.

5 comentarios:

  1. Isa,admirable esa aventura.Las abejas son muy importantes,según dicen,son esenciales para nuestro planeta y entiendo que sea así...Mi felicitación por esa labor preciosa que realizasteis,amiga...Imagino la emoción de tenerlas tan cerca,siendo alérgica.
    Mi gratitud por compartir este precioso post,que me ha sorprendido y encantado.
    Gracias por tu comentario profundo y muy acertado.
    Mi abrazo inmenso y mi ánimo siempre.
    FELIZ SEMANA,SEGURO QUE LO SERÁ,PORQUE VEO,QUE SIEMPRE TIENES IMAGINACIÓN,AMIGA.
    M.Jesús

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    1. Gracias a ti María Jesús.
      Iba tranquila porque mi compañero me dijo que cuando han salido huyendo de otra colmena y están en racimo, no pican. Es cierto, no picaron. Sin embargo cuando ya las dejamos en su cajón y había otras colmenas al rededor, si intentaban atacar la careta, pero ahí como es duro no pueden dejar rejón clavado. Me gustó la experiencia y el sonido que causa en un habitáculo cerrado muchas abejas.
      Te deseo igual un buen fin de semana.
      Saludos y un abrazo

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  2. Una forma mi simpática de contar lo que os sucedió el sábado.
    La abejas elaboran una miel riquísima, y a mi las abejitas me gustan pero verlas de muy muy lejos, tan sólo si tengo una cerca ya me pongo histérica , una vez me clavo su aguijón un abejorro y a parte de sentir un dolor tremendo en la mano se me puso que parecía cualquier cosa menos una mano. No se como aguantaste con tantas abejas revoloteando por el coche y además siendo alérgica Isabel, que valor tienes , yo ni con el traje de apicultor sería capaz de tenerlas cerca.
    Un abrazo amiga y feliz semana.

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  3. Isa...." Elaborando en cadena "

    Que linda y arriesgada es la vida del apicultor...pero gracias a ellos que podemos saborear la rica miel..y los beneficios que nos da, como la jalea real....gracias por compartirlo

    ¡¡¡ Muy interesante !!!!

    un beso

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    1. Gracias Doris. Sí la verdad que es arriesgado pero a la vez da beneficios. Las picaduras de las abejas son muy buenas para combatir o aplacar los dolores de reuma, artrosis,... La miel nos endulza la vida, y las abejas hacen que la vida pueda continuar gracias a que polinizan los árboles y verduras y podemos seguir alimentandonos. GRacias.
      Saludos y un abrazo

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